La participación que tendrán las mujeres en la administración gubernamental de Puerto Rico en los próximos cuatro años será baja, según se desprende de los resultados del más reciente proceso electoral que se llevó a cabo el pasado 8 de noviembre.
En el caso de la Legislatura, solo 14 sillas de los 81 escaños disponibles en el Capitolio serán ocupadas por mujeres, lo que equivale a solo un 17.28% de la representación femenina en esta rama del gobierno.
Un caso similar atraviesan las alcaldías locales, en las que solo siete mujeres –entre los 78 municipios– serán alcaldesas. A pesar de esta baja participación, esta cifra representa el porcentaje (8.97%) más alto de mujeres en administraciones municipales en las últimas cuatro elecciones en Puerto Rico. En contraste, este año el país contará con la primera mujer en la comisaría residente.
Para expertos en el tema, este desbalance refleja la necesidad de que en el país se impulsen medidas que redunden en mayor equidad entre género, como fue el caso de la Carta Circular 19 2014-2015 que emitió el Departamento de Educación, con la que se busca viabilizar la integración y enseñanza de la perspectiva de género en los currículos de las escuelas del país.
Sin embargo, el recién electo gobernador, Ricardo Rosselló Nevares, ha afirmado que le hará cambios a la Carta Circular 19 y a la Carta Circular 16 2015-2016 —para que el o la estudiante puedan elegir el uniforme de acuerdo al género con el que se identifiquen— pues fue una promesa hecha en su campaña, dirigida principalmente a sectores de base de fe de Puerto Rico.
“Muy genuinamente le aconsejaría al gobernador electo que se informe sobre cuál es el contenido de esa carta circular. Que la carta circular en ningún sitio habla sobre la educación sexual, que en ningún sitio habla –como dice la oposición– de homosexualizar a la niñez u otras cosas absurdas, sino que habla directamente de equidad de género”, dijo José Rodríguez Irizarry, coordinador del Instituto del Género y Educación de Avanzada (IGEA).
Por su parte, la experta en género y política, Luz del Alba Acevedo, explicó que la educación con perspectiva de género lo que busca es eliminar la desigualdad y el discrimen entre hombres y mujeres.
“Es valorizar las contribuciones de las niñas y los niños y darle la oportunidad de que las niñas puedan aspirar a las mismas oportunidades que tienen los niños y entre eso está, precisamente, la vida pública. Que cuando sean adultos, estos ciudadanos y ciudadanas, puedan aspirar con igual derecho y en las mismas proporciones que los hombres a puestos políticos y a participar plenamente de la vida pública. Es decir, eliminar esa noción de la desigualdad y de las discriminaciones que hay entre hombres y mujeres”, detalló la catedrática del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Otra de las disyuntivas que trae este reducido por ciento de mujeres en puestos políticos, es el número de electoras féminas que participan de estos procesos y la poca representación que logran en la casa de las leyes quedando así expuestas a legislaciones masculinas.
“El 54% de los electores son féminas. La fuerza electoral de la mujer no se ha traducido, ni en sombra, a una representación equitativa. Eso en sí mismo es problemático para la democracia porque no hay representación adecuada de todos los sectores”, observó.
“Entre menos mujeres haya visibles en la vida pública más se recrudecen los mitos y los estereotipos sobre cuáles son los roles de la sociedad y eso es lo más peligroso. Las nuevas generaciones estarían creciendo sin ver que las mujeres son parte de la vida pública y que tienen derechos de participación y de representación”, sostuvo Acevedo.
Para Rodríguez Irizarry este 17% de mujeres en la Legislatura “es muy cónsono con las desigualdades que uno ve en la sociedad a diario, donde la mujer es un 52% de la población de acuerdo al último censo y aún así no se ven en los puestos de poder, tampoco, en el ámbito privado”.
El también director de la organización Heterosexuales por la igualdad, enfatizó que “si bien, hay mucha desinformación, también hay mucho desinterés de informarse, de mantener esa ignorancia y de no darse cuenta de los cambios drásticos que esto [la perspectiva de género] puede hacer a nuestra población a favor de las mujeres y a favor de los hombres”.
Según Rodríguez Irizarry, la perspectiva de género no solo es para ayudar a las mujeres o a los miembros de la comunidad LGBTT, sino también a los hombres. “Le quita esa presión de tener que ser el macho, de no poder expresar sus sentimientos, de que quien hace eso [llorar] –precisamente, como si fuera un insulto– son las niñas”.
Para este feminista, en la actualidad existen hombres que no toleran o no están de acuerdo con que una mujer los mande. “Suena absurdo. Pero yo diría que educar con perspectiva de género puede romper eso y que hayan más mujeres en la Legislatura”, apuntó.
Otro aspecto que evidencia esta desigualdad de género en Puerto Rico, son el número de casos de violencia doméstica. Según estadísticas de la Policía, en el 2015 se reportaron 9,093 casos de agresión doméstica hacia la mujer, para un 83% de los radicados ese año.
“Uno puede ver que hay un gran indicio que tiene que ver con el tema del machismo. Que la violencia doméstica es equivalente a violencia de género en algunas instancias. Por lo tanto, cuando uno habla de educar desde tempranas edades sobre la equidad de género es para evitar todo esto”, destacó Rodríguez Irizarry.
Y las mujeres electas, ¿representan la equidad?
Por otro lado, como un análisis cualitativo de las mujeres que sí entraron a los puestos de la Legislatura, Rodríguez Irizarry asegura que estas son cómplices del machismo rampante que impera en nuestra sociedad.Para el cuatrienio 2017-2021, las mujeres electas para poseer una silla en el Senado o en la Cámara de Representantes fueron: María Milagros Charbonier, Lourdes Ramos, Itzamar Peña Ramírez, Zoé Laboy, Margarita Nolasco Santiago, Yashira Lebrón Rodríguez, Maricarmen Mas Rodríguez, Jacqueline Rodríguez, Migdalia Padilla Alvelo, Evelyn Vázquez y Nayda Venegas Brown, por el PNP. Mientras que por el Partido Popular Democrático, solo ocuparán un escaño en el Capitolio: Brenda López de Arrarás, Rossana López León y Lydia Méndez.
“¿De qué manera representan a la mujer exactamente? Son más cómplices silenciosas y a veces hasta cómplices activas de quitarle los derechos a las mujeres, como lo es el derecho al aborto seguro, como el no ser aliadas de las minorías sexuales”, señaló Rodríguez Irizarry. Resaltó, además, que hace falta una diversidad mayor en cuanto al tipo de mujer que es representada en la Legislatura.
“Del historial que tienen las mujeres [electas] hoy día en la Legislatura, pueden ser la mayoría, pero no le harían ningún favor a la mujer”, remató.
De manera similar opinó Carolyn Guzmán Agosto, de Pro Bono Derechos Sexuales de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, quien coincidió en que las mujeres electas no son voces activas en defensa de la equidad.
“Las mujeres que escogieron, no son mujeres que se pueda decir que tienen una consciencia de creer en la equidad o que, por lo menos, hablen públicamente sobre ello”, apuntó.
En estas elecciones, solo 50 mujeres aspiraron a un puesto legislativo. Entre ellas, Amarilis Pagán (PPT), Ada Álvarez (PPD) y Edda López (PIP), fueron más vocales en su expresiones respecto a los derechos sexuales, de la mujer y de la equidad. Ninguna obtuvo un puesto en la Legislatura. El panorama se complica al observar que 18 de los 40 distritos representativos no tuvieron ninguna aspirante mujer a una escaño.
Ante esto, Guzmán Agosto manifestó preocupación sobre las legislaciones sociales que se han realizado hasta el momento, debido a que el Partido Nuevo Progresista (PNP) se ha expresado en contra de muchos de los avances que se han logrado en cuanto a la equidad y derechos para las minorías y las mujeres.
Por ejemplo, en este cuatrienio que está por terminar, se firmó la ley 22 de 2013 que prohíbe el discrimen por orientación sexual o identidad de género; en 2015 el Tribunal de Primer Instancia de San Juan autorizó por primera vez la adopción homoparental.
A Guzmán Agosto también le preocupan los fondos que otorga el gobierno central a organizaciones sin fines de lucro que trabajan con temas de la equidad de la mujer, temas ambientales –que terminan afectando a las mujeres– y de desarrollo económico, pues considera que siempre la pobreza tiene cara de mujer: madre soltera.
De hecho, según la presidenta de la junta de directores del Proyecto Matria, en estas elecciones teníamos dos candidatas a la gobernación, María de Lourdes Santiago y Alexandra Lúgaro, que fueron juzgadas por el rol que le ha impuesto la sociedad a las mujeres: la belleza, el matrimonio y la familia.
Por ejemplo, Alexandra Lúgaro, “cuántas fotos de ella sobre su físico o cuántas cosas por ahí no leímos que eran superdenigrantes solamente porque es mujer. Tenemos otros hombres que han hecho barbaridades mientras fueron gobernadores y se les puede ver de mejor forma que a una mujer que se divorció”, explicó.
La mujer y los partidos políticos
Para Guzmán Agosto, otro de los problemas al que se tienen que enfrentar las mujeres que incursionan en la política, además de que tienen más trabajo que los hombres y la paga es menor, son las estructuras patriarcales de los partidos políticos.Mencionó, a modo de ejemplo, el caso de María Milagros Charbonier, quien ganó con el mayor número de votos en la Cámara, pero fue un hombre quien finalmente logró quedarse con la presidencia de ese cuerpo legislativo.
“[Esas] son las cosas que tenemos que analizar. Eso te da una señal de lo que ese partido cree o por dónde va. Aunque todos los partidos tienen su manifestación de machismo”, puntualizó.
La directora de Pro Bono Derechos Sexuales de la UPR sentenció que si un partido ni siquiera puede reconocer lo que es violencia contra la mujer, los números de féminas en la Legislatura definitivamente demuestran que es necesaria una educación con perspectiva de género.
“Hasta el Partido Independentista Puertorriqueño [PIP] es patriarcal y elitista y por eso pierden tantos votos”, sentenció la defensora de la equidad.
En cuanto al movimiento político de colocar a María de Lourdes Santiago para candidata a la gobernación y dejar dos hombres como aspirantes a la Legislatura, Guzmán Agosto indicó que espera que el recién electo senador por acumulación, Juan Dalmau Ramírez, sea una voz en defensa de la equidad.
“María de Lourdes Santiago dio unas luchas muy buenas [a favor de la equidad] desde la Legislatura, ella como legisladora era una herramienta que teníamos que tener. Yo solo espero que Dalmau sí pueda representar la equidad”, dijo.
“También preocupa muchísimo de quiénes se rodean estos políticos electos. ¿Se están rodeando de mujeres para hacer el plan de gobierno?”, cuestionó.
Ante este tema, Acevedo añadió que cuando los partidos políticos organizan las papeletas electorales, la mujer es utilizada como una ficha en un juego de tácticas.
“Cuando están los partidos políticos haciendo su papeleta, te ponen a dos o tres mujeres como tokens, pero ciertamente vemos mucha resistencia en la organización de esa papeleta de la élite de los partidos que está dominada por hombres. La tendencia es a escoger hombres y la mujer está ahí como secundaria, como marginada y la oferta es bien poca”, expuso la experta en género y política.
Para Acevedo, las mujeres electas para este gobierno entrante van a tener que cargar la batuta y tener que llevar a discusión importante el tema de la equidad. Además, esas 11 legisladoras del PNP, tendrán que explicarle al país porqué su partido no quiere que se introduzca una educación con perspectiva de género en los currículos de educación.
Por último, la catedrática del Departamento de Ciencias Políticas, añadió que las mujeres electas casi siempre son las mismas, “son las que han pasado por la disciplina del partido y saben qué esperar de ellas y qué exigir de ellas”.
“¿Qué es lo que pasa al interior de los partidos políticos que las candidaturas femeninas a la Legislatura no parecen ser favorecidas, no únicamente por el elector, sino que siguen siendo un bastión masculino?”, cuestionó Acevedo.
Mujeres en legislaturas y parlamentos en el mundo
A nivel mundial, los gobiernos actuales están buscando legislaciones para que todos los miembros de un país queden representados en los cuerpos encargados en crear las leyes.
Por ejemplo, en los últimos meses, en el Congreso de Argentina ha estado en discusión aumentar a un 50% el cupo femenino en esa rama del gobierno. Actualmente, según una ley de 1991, el cupo femenino en el Congreso argentino es de un 30%.
Según datos de la Unión Interparlamentaria y su estudio Las mujeres en el parlamento: una perspectiva de 20 años, los cinco países con más féminas en sus parlamentos o legislaturas son: Rwanda (63.8%), Bolivia (53.1%), Andorra (50%), Cuba (48.9%) y Seychelles (43.8%).
En cuanto al promedio regional, los países nórdicos ocupan la primera posición con un 41.5%, seguidos de las Américas con un 26.4% de representación femenina.
En las Américas, los países con gran número de mujeres en sus legislaturas y parlamentos que sobrepasan el 40 por ciento son: Bolivia (53.1%), Cuba (48.9%), México (42.4%) y Ecuador (41.6%).
En la misma región, los países menos representados por mujeres son: Brasil (9.9%), Chile (15.8%) y Uruguay (16.2%).
En los últimos 20 años, los cinco países con mayor variación porcentual de representación son: Rwanda (59.5%), Andorra (46.4%), Bolivia (42.3%), Ecuador (37.1%) y Senegal (31%).
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Original del publicado en Diálogo.
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