En esta cuarta entrega de la serie "Detrás del porno", se indaga sobre la incursión de Puerto Rico en la porno industria. (Flickr) |
Comencemos por los datos crudos: en el mundo -cada segundo- se pagan $3,075.64 para adquirir pornografía, esto equivale a $11,072,304 a la hora. Además, es una industria que mundialmente genera sobre $97,000 millones al año, de los cuales $13,000 millones se producen en los Estados Unidos. La cifra estadounidense supera los ingresos de la NBA, NFL y MLB juntas.
Puerto Rico también ha incursionado en esta industria. Para el 2005, cuando se producían películas de entretenimiento para adultos aquí en la isla, se invertía sobre $4,000 en cada producción pornográfica y se generaba hasta $40 mil por cada una de ellas, según reveló un exproductor, que prefirió ofrecer esta información bajo anonimato.
Actualmente, sin embargo, -hasta donde se supo- no existe en la isla una industria de este tipo.
Para Félix López, profesor de sociología en la Universidad de Puerto Rico en Humacao, la respuesta es sencilla: en Puerto Rico la sexualidad es vista como un tabú, como algo inmoral.
“El discurso normativo en Puerto Rico sobre la sexualidad, termina siendo muy moral, un tabú del cual no se habla, pero se practica. Eso de que de la sexualidad no se habla, la sexualidad hay que silenciarla, es un factor que no permite que se desarrolle una industria de ese ámbito en el país”, aseguró.
Según estadísticas de Pornhub, los puertorriqueños buscan videos pornográficos en los que boricuas sean los protagonistas. (Suministrada) |
Asimismo, destacó que la frágil economía actual es otro factor que incide.
Con él coincidió el economista Iván Chardón, quien tras recalcar que en su carácter personal no apoya la industria del porno, señaló que los gastos operacionales no hacen viable la producción de este tipo de contenidos.
“Puerto Rico va para más de diez años en una crisis económica profunda. Los gastos operacionales para mantener una industria, especialmente la de video, que consume tanta electricidad, hace imposible pensar que se pudiera establecer aquí. Las largas horas de filmación, no lo hace viable, se come las ganancias”, apuntó.
El economista también resaltó los valores religiosos como un factor clave. “La alta tasa de personas religiosas, aunque siempre hay un sector de estos que también son usuarios de la pornografía, limitan que se consuma en Puerto Rico”, observó.
Precisamente, por la difícil situación económica que atraviesa la isla, algunas personas podrían ver en la industria fílmica del porno una alternativa para ayudar a sacar al país del atolladero fiscal en que se encuentra, sin embargo, de acuerdo con Chardón, si así fuera, habría que considerar sus efectos adversos en términos sociológicos.
“Nos podría explotar el tiro por la culata”, sentenció y mencionó varios efectos posibles de la pornografía: la delincuencia, trata humana, exposiciones deshonestas, violaciones y obscenidades.
Según Pornhub, los puertorriqueños siguen la tendencia global, la categoría “lesbian” es la más visitada. (Pornhub) |
Por otro lado, un economista adscrito a la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), quien prefirió mantenerse en el anonimato, destacó que la competencia con otros países sería muy dura.
Si comparamos el mercado de Puerto Rico con el de Estados Unidos, Europa o Asia, es relativamente pequeño. “Estamos hablando de una industria que está dominada por las grandes casas productoras de entretenimiento para adultos. Son emporios que cuentan con unos recursos, unos métodos, unos controles y con una capacidad financiera”, comparó.
“Estamos hablando de una competencia de grandes ligas. Sería algo así como plantearse, por qué Puerto Rico no tiene una industria automotriz, por qué Puerto Rico no produce carros”, destacó el catedrático de la UPRRP.
De igual forma, Gilberto Vázquez, cineasta y estudiante de la UPRRP, piensa que en una sociedad tan conservadora como la puertorriqueña, donde el cuerpo es objeto de vergüenza, las industrias pornográficas casi no tienen cabida.
“Yo creo que es bien importante establecer que nuestra sociedad es primordialmente cristiana y lo que está bien o está mal va a depender de los acuerdos sociales que tenga la mayoría. El sistema ético, para mí, es un sistema que está vivo y va a responder al sector conservador dominante”, comentó.
“Que sea una sociedad religiosa, neutraliza ciertos procesos que son bien importantes cuando tú estás haciendo un proyecto [fílmico]. Tú expones tu proyecto abiertamente en distintos foros y festivales, en donde la gente escucha y decide invertir. Pero no existen esos foros abiertos sobre ideas pornográficas en la isla. Esto obliga a la industria a moverse en la oscuridad”, explicó el joven ganador de múltiples premios nacionales como mejor director, mejor cortometraje y mejor actor.
Para Vázquez, el forzar a esta industria a trabajar desde la marginalidad trae como consecuencia que sus empleados ejerzan sus funciones sin las debidas protecciones laborales.
“Si la sociedad se abriera más a aceptar que otras personas hagan prácticas con las que ellos no necesariamente estén de acuerdo, estimularía no solo nuestra economía sino también permitiría alivio [económico] a las personas que decidan hacer estas prácticas”, opinó.
Sin embargo, según estadísticas de Pornhub, los puertorriqueños no buscan actrices porno boricuas. Las pornstars más buscadas -en su mayoría- son estadounidenses. (Pornhub) |
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Este es el cuarto artículo de la serie publicada en Diálogo: #DetrásDelPorno. Mira aquí los demás artículos:
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