Martha Quiñones: “Destruyes a la Universidad de Puerto Rico y destruyes el futuro”

viernes, abril 28, 2017
Se espera que la Junta de Gobierno del sistema universitario nombre un nuevo presidente o presidenta este verano. Diálogo conversó con los candidatos a esa posición para conocer su visión sobre la UPR.


Martha Quiñones Domínguez se postuló como candidata a la presidencia de la Universidad de Puerto Rico (UPR) porque quiere decir “lo que nadie se atreve”, porque añora ser una presidenta representativa de la comunidad universitaria y porque cree en un sistema universitario que se inmiscuya en los problemas sociales que aquejan a todos los boricuas.

Para la economista y planificadora, este proceso no es uno novel. Quiñones Domínguez ha presentado cuatro veces su candidatura al puesto. No se quita. “Alguien tiene que decir la verdad”, dice.

La egresada del sistema de enseñanza pública de Puerto Rico, y quien lleva sobre 20 años en el sistema universitario, cree que la posición de presidente de la UPR debe conllevar una inmersión en la realidad de la Universidad y estar basada en un diálogo constante con la comunidad universitaria.

En estos momentos, la UPR enfrenta un gran reto. Siete de los once recintos mantienen un voto de huelga en repudio al recorte de $450 millones que ha propuesto la Junta de Control Fiscal y que la administración de Ricardo Rosselló, junto con la presidenta interina de la UPR, Nivia Fernández, han acatado y trabajado —preparando un Plan Fiscal— para que se materialicen los recortes durante los próximos cuatros años.

Sin embargo, Quiñones Domínguez está clara en la universidad que desea: “democrática, participativa, autónoma, con co-gobiernos donde todos los sectores de la Universidad puedan participar activamente, más abierta al diálogo y transparente. Pero, sobre todo, una universidad que construya una reforma educativa desde adentro, respondiendo a las necesidades e intereses de la Universidad con la sociedad puertorriqueña y no respondiendo a los intereses de la política neoliberal educativa”.

Por eso, quiere ser una presidenta que irá a las calles a defender el patrimonio nacional que es la UPR. Mientras, buscará la manera de presentarle a todo el mundo el valor social y económico que representa el sistema universitario para todos los puertorriqueños.

Quiere llevar la sabiduría universitaria a todos los rincones de la Isla, incluyendo Vieques y Culebra, así como a las cárceles, pues entiende que la UPR debe atender los problemas que le agobian a la sociedad.

¿Por qué toma la decisión nuevamente de solicitar el puesto de presidencia de la Universidad de Puerto Rico?
–No lo hago tanto por la plaza de presidenta de la Universidad, porque considero que no debe existir esa administración gigantesca que se llama Presidencia, pero sí alguien tiene que ir a hablar sobre lo que sucede en la Universidad. Alguien que esté más cercano de lo que está sucediendo en cada uno de nuestros recintos. Cuando yo empecé a ver esas discusiones que se dieron para presidente de la Universidad, antes de que yo entrara como candidata, noté esa diferencia, que los candidatos lo que iban era detrás del puesto de ser presidente y no detrás de favorecer la Universidad. En vez de ser una persona que representara los once recintos, sus diferencias, pero a la misma vez que respondiera a los problemas que tenemos cada uno de nosotros dentro de nuestras áreas.

¿Cuál es la Universidad de Puerto Rico que usted quiere?
– Que pueda responder a las necesidades del pueblo de Puerto Rico, pero sobre, todo, dar educación en todos los renglones del saber académico. Es importante esa universidad que se compromete con la comunidad, esa universidad que va a las comunidades. Los docentes se creen que su labor es en el salón de clases, pero su labor es mucho más allá, es ir afuera a colaborar. Esas comunidades que nosotros vamos y aportamos, son comunidades que después vienen y defiende a la Universidad de Puerto Rico como la mejor inversión social porque la ven continuamente. Esa es la Universidad de Puerto Rico que yo quiero. Una universidad que participa activamente. Es una estrategia diferente donde la Universidad se compromete al cien por ciento con la comunidad, defendiéndolos, ayudándolos, identificando problemas y, a la misma vez, creando conocimiento.


Esa universidad que usted quiere y que nos ha descrito, con $450 millones menos en su presupuesto, ¿sería posibles?
– No. No sería posible porque la Universidad de Puerto Rico no podría funcionar. Por lo tanto, el presidente o la presidenta de la Universidad que queremos es uno que le diga a la Junta de Control Fiscal: ‘la Universidad es autónoma, no te puedes meter con la Universidad y no aceptamos ese recorte’.

Si queremos desarrollo y crecimiento económico para Puerto Rico, tenemos que fortalecer la Educación. Ningún país progresa atentando contra la Salud o la Educación. La Educación es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de un país. Y el desarrollo es importante para que haya crecimiento y que se sostenga a largo plazo. La Universidad de Puerto Rico está comprometida con un nuevo proyecto de País que sea sustentable, que sea armonioso, que sea de progreso, pero que también sea inclusivo, donde todos y todas estemos dentro y nos permita entonces crecer como seres humanos y fortalecernos.

Por lo tanto, son importantes todos los segmentos de nuestra Universidad para lograr que Puerto Rico prospere, para que Puerto Rico crezca. Si la Junta de Control Fiscal quiere saber lo que puede hacer bien, que consulte con la Universidad de Puerto Rico —aunque ellos no hacen falta— pero que consulten porque ahí está el conocimiento. En vez de estar peleando por [contra] el conocimiento, que consigan el conocimiento.

Entonces, de ser usted presidenta —como economista y planificadora— ¿qué haría ante esta situación fiscal que atraviesa la Institución y el País? No le recortaría a la Universidad, pero ¿qué opciones le daría usted al Gobierno y a la Junta?
– Lo primero que tienen que hacer es consultar su proceso de planificación, mirando las fortalezas y debilidades del País. Si tú no sabes las fortalezas y debilidades del País tú no puedes construir un plan que se ajuste. El plan que están presentando no es un verdadero plan, es simplemente un documento con números. Si tú de verdad quiere fortalecer al País, tú tienes que saber que los planes de ajuste no han funcionado en ningún lugar del mundo, menos van a funcionar en Puerto Rico. Lo que han hecho es echar la economía hacia atrás, por lo tanto, esa no es la solución. Vamos a sentarnos como país y vamos a dialogar, no con los ricos que están yendo a las reuniones de la Junta, sino con todo el mundo para ver qué se puede hacer. Los recortes comienzan desde arriba, desde la misma Junta de Control Fiscal que no se puede llevar tanto dinero para decirnos al resto del Pueblo que tenemos que enrollarnos las mangas —que ya llevamos 20 años enrollándonos las mangas— para entonces poder actuar.

Segundo, tienen que entender que tú no puedes debilitar ni Educación, ni Salud, ni Seguridad; son los tres elementos básicos del País. Si tú los debilitas, lógicamente, estás debilitando la posibilidad del desarrollo sostenible para Puerto Rico. Empieza auditando la deuda. Así que los estudiantes tienen razón, al igual que parte del Pueblo. Hay que hacer una auditaría forense de la deuda, no uno auditoría contable, sino forense para identificar dónde está el dinero, cómo se desvió el dinero, qué tipo de acciones que no cumplían con las leyes y las normativas se realizaron en la emisión de esas deudas. La Universidad de Puerto Rico tiene que estar en ese proceso, tiene los auditores que pueden hacer eso, tiene la gente que nos puede educar en ese proceso. Pero, además, [la UPR] tiene que mirarse hacia adentro porque también aquí hay mucha desviación de fondos como es el caso de Plaza Universitaria.

Muchas de las razones que ha esbozado son los reclamos de los movimientos estudiantiles que hasta el día de hoy se mantienen en huelga. ¿Cómo ve usted las luchas estudiantiles y qué haría si fuera presidenta?
– Hay que dialogar con los estudiantes. Los estudiantes nos están dando unas lecciones a todos, los de ahora y los del pasado, diciéndonos ‘ustedes no se atreven a enfrentar lo que hay que enfrentar, vamos nosotros entonces a enfrentarlo’. Yo sé que el proceso de maduración surge de ese diálogo continuo, no en el regaño, sino en el diálogo donde entre todos podamos construir una sociedad más justa, próspera y feliz.

Menciona varias veces en su plan de trabajo el diálogo con la comunidad universitaria. Sin embargo, esto del diálogo lo han mencionado otros presidentes, por ejemplo, la presidenta interina de la UPR resalta mucho sus conversaciones con el estudiantado. En su presidencia, ¿cuánto poder va a tener el estudiantado en la toma de decisiones?
– La pregunta es, ¿ella ha bajado a los portones a hablar con los estudiantes, sin miedo? Pues entonces, que no se jacte de que está hablando. Está hablando con unos estudiantes que van a su torre de marfil. El diálogo comienza en bajar allí a escucharlos. Yo creo que hay que darles mayor participación a los estudiantes, los docentes dicen que no, pero los docentes también tienen menos participación. El diálogo tiene que fluir constantemente, esa política de puertas abiertas, esa política de escucharnos continuamente.

En su plan resalta el desempeño del papel protagónico de la Universidad de Puerto Rico en la construcción de proyecto de País. La Junta y Ricardo Rosselló han dicho que el recorte va, ¿cómo sería esa aportación de la UPR con $450 millones menos?
– Desde diferentes instancias estamos viendo cómo podemos articular si se empeñan en quitarnos ese dinero. El problema es que nos quitan el dinero ahora, pero ya llevan varios años quitándonos el dinero, hay que reconocerlo. Si el pueblo de Puerto Rico nos debe tanto por todos los servicios que le hemos dado y le hemos borrado esas deudas, pues ya está saldado lo de nosotros.

Lo segundo es que, ese proyecto de País hay que construirlo con ese dinero que se va a establecer. Sería [el dinero] que vamos a conseguir. Estamos articulando diferentes proyectos. La Universidad es del pueblo de Puerto Rico, por tanto, si es del pueblo de Puerto Rico, el pueblo de Puerto Rico tiene que aportar algo. [Un] estudio refleja que por cada dólar que tú das a la universidad, se generan muchos empleos en Puerto Rico. La Universidad de Puerto Rico le aporta a la sociedad tanto dinero que, si tú quitas la Universidad, si se empeñan en quitarnos ese dinero, significa que hay que eliminar recintos, vas a destruir a los municipios. Estamos desarticulando toda la economía, en toda la sociedad, y eso es lo que hay que decir. Tú destruyes a la Universidad de Puerto Rico y destruyes el futuro. El modelo neoliberal es destruir la educación pública como derecho de la ciudadanía y construirla como un mercado más, como una mercancía más. Y yo creo en la universidad del pueblo de Puerto Rico, donde la educación es un derecho y no un privilegio.

Se ha planteado como medida de ahorro el cierre, privatización o regionalización de recintos. ¿Qué piensa usted acerca de esta medida?
– Yo creo en los 11 recintos como una sola UPR integrada. Además, creo que hay que fortalecerlos y fortalecer la docencia y la investigación en todas las ramas, desde los estudiantes hasta los docentes, todo el mundo debe estar investigando porque es la función de la universidad también. Creo en una universidad que sea pública y que debería aspirar a ser gratis. La Universidad de Puerto Rico es un proyecto de país.

Si vamos a hacer un proyecto de reforma universitaria, no lo puede estar haciendo el Senado de Puerto Rico, lo tiene que estar haciendo la Universidad de Puerto Rico con todos sus integrantes, incluyendo a los exalumnos y a los retirados porque son parte importante.

Yo creo que la Universidad de Puerto Rico sí puede aportar un poco más, yo creo que nosotros podemos coger más escuelas y podemos hacer más proyectos pilotos como es la Escuela de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.

Menciona mucho en su plan, y durante esta entrevista, la investigación. Sin embargo, aprobarse el plan fiscal que se prevé para la UPR, esto reduciría los profesores por contratos grandemente, esto repercute en que hay que aumentarles el número de créditos mínimos a los catedráticos, ¿cómo los catedráticos entonces van a lograr estas investigaciones?
– No creo que se van a eliminar todos los profesores por contrato que son a tiempo parcial porque en la economía el que más beneficio rinde son los explotados. Sí van a reducir algunos, pero a la larga van a volver a aumentar porque la universidad neoliberal requiere que haya muchos contratos porque así no hay compromiso de parte de ese docente con el recinto y, por lo tanto, cada vez que le piden un cambio lo puede hacer. Eso es malo en el sentido de que no tienes un compromiso al proyecto social que es la Universidad de Puerto Rico. Tampoco le estás dando capacidad para que ellos investiguen y estás haciendo que la Universidad de Puerto Rico —que hoy es la más investigaciones que hace, la más patentes que tiene, la que tiene mayor bagaje científico y publicaciones— esté limitada. Si vas aumentarles créditos adicionales a los docentes, significa que, técnicamente, les estás bajando el sueldo. Además de eso, les aumentas la carga, les reduces el tiempo para investigación que tiene y ahí estás demostrando perversión. En vez de ser una universidad de investigación y de conocimiento, quieres que sea una institución donde solamente estés preparando gente para salir a un mercado de trabajo que no existe.

Entonces, ¿qué haría usted para poder propiciar la investigación de esos docentes si se llegan a cortar los $450 millones, se reducen los profesores por contrato y se les aumenta el crédito mínimo a los catedráticos?
– Es que tú estás asumiendo que yo voy a aceptar todos esos recortes [risas]. Yo no voy a aceptar nada de esos recortes.

Usted quiere bajar los costos de Presidencia, este ha sido un reclamo que ha dado el estudiantado y los docentes, ¿cómo sería esa reducción? ¿Pretende reducir Administración Central?
– Sí. Hay unas cosas que se pueden mejorar, yo creo que sí, puede haber un decano de administración que esté cubriendo dos o tres recintos. Quizás podamos tener rectores que manejen dos recintos. Quizás se puede hacer un proyecto donde haya una presidencia rotativa, siempre va a haber una administración central, pero para eso están las computadoras. Sí, creo que la administración de personal tiene que ser central [porque esa función también la realizan los recintos]. Hablan de duplicación de programas, pero esto está lleno de duplicación.

Otras [oficinas] hay que articularlas a nivel de cada recinto, por ejemplo, Planta Física. El desastre más grande que se ha tenido que todos los planes es que hay que referir los proyectos a Presidencia, los rediseñan y los mandan diferentes. El problema está en Presidencia, pero también es el micro manejo que quieren hacer. Hay cosas que sí se deben dar en los recintos y hay cosas que hay que articular. Yo creo que, en vez de [existir] Presidencia, los rectores deben hacer más trabajo, [crear] un Consejo de Rectores. Hay bachilleratos que están aguantados porque están aguantados en Presidencia, no porque están aguantados en los recintos. Presidencia los aguanta porque obviamente tiene esa burocracia ahí gigantesca. Ese es el problema. Yo creo que la Junta de Gobierno de la Universidad debe ser —como son la junta de muchas otras organizaciones– que busca dinero, no una Junta que fiscalice nada más.
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Original del publicado en Diálogo. 

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XXII. Casado con la vida y amante de la comida. Boricua. Viajero. Periodista en formación.

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