Del racismo y otros males sociales

jueves, febrero 18, 2016
Palmira Ríos habló sobre sus luchas contra el racismo, el discrimen en la Isla, el blanqueamiento de los puertorriqueños y el ocultamiento de lo afrodescendiente (Ricardo Alcaraz / Diálogo).

En inmigración no le creían que era catedrática puertorriqueña; la confundían con otras mujeres de luchas raciales; la llamaban dominicana; pensaban que había alcanzado sus méritos por acción afirmativa; y en los centros comerciales le hablaban inglés, pues la consideraban extranjera.

“Nos hablan en inglés porque somos negros y la muchacha piensa que no existen negros en Puerto Rico”, le contestó en voz alta Palmira Ríos González al menor que la acompañaba en el centro comercial donde le hablaron inglés.

La catedrática de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP) siempre ha estado clara en sus convicciones. Criada en el seno de una familia en pro de los derechos humanos y la igualdad, Ríos González ha continuado con esta lucha contra el racismo en Puerto Rico el cual considera tan oportuno en los tiempos de hoy y que la ha convertido en una mujer solidaria. 

Por tal razón, la decana de Asuntos Académicos del recinto riopedrense, recibió el viernes 5 de febrero la medalla Martin Luther King Jr. – Arturo Alfonso Schomburg de la Comisión para propiciar la Igualdad Racial en Puerto Rico del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico (CAAPR). La medalla se denomina Luther King en honor al líder negro norteamericano que protagonizó las luchas por los derechos de la raza negra, y Schomburg por el destacado intelectual puertorriqueño -quien no solo fue pionero en las luchas raciales en los Estados Unidos- sino que fue un modelo a seguir para Luther King. 

A raíz de este homenaje, Ríos González dijo: “En lo personal -que es un reconocimiento en mi País- es ciertamente algo gratificante y valida lo que uno ha estado haciendo por muchos años, algo en lo que yo creo profundamente”. 

La egresada de la UPR-RP, junto con otros compañeros, creó en los 90 el Instituto Puertorriqueño de Estudios en Raza e Identidad (IPERI), donde suscitaron un impulso para la discusión sobre el racismo en la Isla repensando el acercamiento académico y trayendo ideas nuevas. 

En ese mismo contexto, empezaron a participar en actividades internacionales en la lucha contra el racismo, como en el trabajo preparatorio para la III Conferencia Mundial contra el Racismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se celebró en Durban. En este trabajo preparativo, crearon un amplia red de organizaciones de las Américas -desde Canadá hasta Chile- las cuales van creciendo, colaborando y nutriéndose mutuamente en todo esta lucha.

“En Puerto Rico se celebraron muchas reuniones, aunque Puerto Rico no tiene una silla en las Naciones Unidas, Puerto Rico es una colonia. Los universitarios, la sociedad civil puertorriqueña estuvo participando muy activamente en este proceso”, resaltó Ríos González.

La Universidad ha jugado un papel muy importante, prosiguió la decana, “porque ha sido nuestro espacio de trabajo y hemos recibido el apoyo de la Institución y de las diferentes unidades para poder impulsar esa actividad y esa lucha”, aseguró. 

Pero, para la doctorada en la Universidad de Yale, “el momento es importante para empezar a reconocer un trabajo que todavía está incompleto en Puerto Rico”.

Se refiere así, a que aunque en la Constitución de Puerto Rico está prohibido el discrimen por raza y color “eso es papel. En términos de acciones de políticas públicas, de consciencia, estamos todavía muy rezagados”, puntualizó Ríos González. 

“Es cómo retomamos esas iniciativas, cómo le damos unas nuevas miradas, unos nuevos énfasis. Sobre todo ahora, en esta situación de crisis fiscal, cómo también se trae esta mirada a las discusiones que estamos teniendo en el País. No podemos salir o hablar de que vamos a superar las crisis y quedarnos más desiguales. El combatir la desigualdad tiene que ser parte de la salida a las crisis fiscales y económicas y este es un elemento de la desigualdad”, dijo con voz contundente quien presidió la Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico, del 2003 al 2008. 

Para Ríos, no se puede pretender discutir la pobreza y la desigualdad sin mirar al racismo como un factor que genera disparidades y exclusiones. 

El blanqueamiento de los boricuas 

En el Censo del 2010, aproximadamente el 80 por ciento de los puertorriqueños se consideró blanco. Aunque cabe destacar que aumentó a un 12 por ciento las personas que se consideran negras, frente a un 8 en la década anterior. 

A esto, la activista de los derechos civiles contestó con simplicidad: “Los censos lo que hacen es evidenciar la negación que prevalece en nuestro País y muchos otros Latinoamericanos donde se niega que la raza existe”. 

“En términos de la visión del puertorriqueño, pues pensamos que los puertorriqueños somos blancos y los negros son otros. Hablamos de las islas, como si Puerto Rico no fuera una isla”, apuntó y añadió, “gente evidentemente negra, marcó blanco”. 

Ríos está clara de que la raza desde el punto de vista biológico no existe, “pero sí la construcción social de raza existe y por ende hay unas consecuencias por cómo nosotros las construimos y el Censo recoge esa realidad de una construcción social de la raza y las desigualdades, porque no es que se construyan razas es que se establecen jerarquías entre ellas”, enfatizó. 

No es por decir que hay más negros o blancos, prosiguió, “sino para poder hacer un análisis, por ejemplo, de las desigualdades: en qué forma las desigualdades en Puerto Rico tienen una dimensión racial. En cuanto a las diferencias en acceso a la educación, a trabajo, pobreza, las cárceles”. 

Y es que esta construcción social de la que habló Ríos González, se nos ha ido inculcando desde muchas instituciones, en la educación por ejemplo. Nos hacen memorizarnos la poesía de Luis Lloréns Torres que exalta al jíbaro puertorriqueños, aquel que desciende de blancos puros. También leemos a Luis Pales Matos quien con un romanticismo de lo negro, solo lo reduce a baile, trabajo y fiesta. 

“Ciertamente uno lo mira en la Literatura tradicional, cómo se ha tratado de esconder la negritud, o soslayar, o ponerlo como algo secundario. Igualmente, negar el racismo. Un país mestizo como el nuestro no se valora esa herencia o se subvalora, se trata de negar”, enfatizó.  

“Si nuestros niños y nuestras niñas nunca ven figuras positivas afrodescendientes, ¿cómo van a crear consciencia y orgullo?”, cuestionó la catedrática de la primer institución docente del País. 

Sin embargo, no podemos pensar que esto es solo un mal de Puerto Rico o de las Américas. Por primera vez, la ONU declaró el Primer Decenio Internacional para los Afrodescendientes que se llevará a cabo desde 2015 hasta 2024. Los decenios es la invitación a la comunidad internacional de estudiar un problema para así, atenderlo, discutirlo y ofrecer alternativas. Hay que mencionar que los indígenas ya han tenido dos decenios. 

La Universidad por su parte, ha respondido con afirmación a este llamado y ya se están propiciando que las facultades lleven a cabo actividades y que la discusión se mantenga para crear conciencia. 

“Puerto Rico, desde la colonia, también estamos participando en unos espacios y en unas iniciativas internacionales y nuevamente la Universidad está proponiendo y activamente participando en todo esto”, destacó la decana de Asuntos Académicos. 

Además adelantó que la Escuela de Derecho de la UPR-RP, ya se comprometió con crear un programa pro bono para educar, orientar y concientizar sobre la igualdad racial y propiciar equidad en el acceso a la justicia. De igual forma, Radio Universidad incluirá la temática en varios de sus programas y la Universidad ya ha comenzado los diálogos con expertos para que vengan a ofrecer conferencias al recinto, como por ejemplo, Jhon Antón Sánchez. 

“Nosotros como universidad tenemos seriamente una gran obligación, tanto o más que otras instancias, porque nosotros como universidad tenemos la obligación de formar estudiantes y futuros profesionales, de fomentar la investigación y el servicio e integrar la dimensión y el compromiso con la igualdad de los afrodescendientes en el País”, enfatizó. 

¿Qué significa ser afrodescendiente en Puerto Rico?

Sin embargo para Ríos González, no solo basta la educación, sino que también hay que crear conciencia y orgullo de lo que significa ser afrodescendiente. 

“Es mi experiencia, es una lucha constante porque se le reconozca a uno como lo que uno es, no como que uno es otra cosa, como que uno es parte de este País. No es que soy isleña, no es porque mi consciencia vino porque estudié en Estados Unidos, sino porque uno vive las contradicciones de Puerto Rico”, dijo tras contar cómo ha sido subvalorada por considerar sus logros como affirmative action

“Estados Unidos, bien o mal, tiene un presidente negro y aquí estamos a años luz, porque los candidatos con posibilidad no son ni cercanamente”, mencionó y aseguró que lo que admira de los norteamericanos es la lucha que existe. Resaltó, además, el movimiento Black Lives Matter como crucial para combatir los abusos por parte del Estado. 

Para Ríos, en Puerto Rico hay que “reconocer que la herencia, la cultura y la identidad puertorriqueña, es producto de muchos factores y que somos un país diverso y que en vez de tratar de soslayarlo e ignorarlo, vamos a celebrarlo”. 

Tras recibir el premio, Palmira Ríos González ha visto la motivación de la gente y por tal considera que “es una oportunidad de reconocer una lucha en la cual todos estamos en deuda”, finalizó. 

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Original del publicado en Diálogo

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XXII. Casado con la vida y amante de la comida. Boricua. Viajero. Periodista en formación.

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