Hace dos años comenzó un proyecto que venía a revolucionar el mercado de las luminarias en Puerto Rico. Se trata del posterriqueño, una lámpara desarrollada en la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Mayagüez (RUM) y propuesta por Casa Pueblo, que promete reducir hasta un 60% el consumo de luz.
En momentos en que se debate sobre los retos energéticos que atraviesa el país, este producto aún no ha llegado a la actividad comercial. Ante esto, recientemente, Arturo Massol Deyá, catedrático del RUM y director asociado de Casa Pueblo, alegó en un escrito en El Nuevo Día que la administración de la UPR se había desentendido del posterriqueño. Sin embargo, el rector del recinto de Mayagüez, John Fernández Van Cleve, señaló que el atraso se ha debido a que la universidad no quiere llevar el producto al mercado hasta no corroborar que sea competitivo.
“En una fábrica, tú puedes hacer una luminaria que puede ser servible, pero si no es manufacturable en una línea para hacerlo a una escala comercial, pues no es viable”, destacó Fernández Van Cleve en entrevista con Diálogo.
Según explicó el rector del RUM, quien entró en funciones en 2014, este proyecto es de la Universidad de Puerto Rico (UPR), por lo que, al comienzo del primer ciclo de producción, la situación se tornó complicada en los trámites de compra y venta porque se regían por los reglamentos burocráticos de la universidad.
Los reglamentos en cuanto a comercialización con derechos intelectuales, yacen en una incertidumbre. Además, Fernández Van Cleve puntualizó que el sistema estricto y rígido —que se maneja por las auditorías de la Oficina del Contralor y las auditorías internas para las compras— hacían del proyecto uno inviable.
Ante esto, en enero de este año, la administración universitaria decidió crear la corporación Viride Innovation Technology (VIT) adscrita a la UPR y con nuevos reglamentos y procesos de compras que escapan de la burocracia de la institución. La corporación es regida por el presidente de la universidad, el rector de Mayagüez, un representante de la Junta de Gobierno, el decano de Ingeniería y el decano de Administración de Empresas del RUM.
Ya en funciones, la corporación decidió contratar a un director ejecutivo que maneje día a día los procesos de compra, mercadeo y venta. Luego de realizar las entrevistas correspondientes y seleccionar a un candidato, el presidente de la UPR en aquel entonces, Uroyoán Walker Ramos, renunció a su puesto. Esta situación, desembocó en un retraso adicional, pues la nueva presidenta interina, Celeste Freytes, necesitaba familiarizarse con la corporación, explicó Fernández Van Cleve.
Aunque aún no hay una fecha para la firma oficial con el director ejecutivo, quien comenzaría el mercadeo y la coordinación de la manufactura, el rector declaró que “en estos dos años, se ha hecho todo lo que tiene que ver con una preparación para ir a un mercado competitivo, eso es lo que ha habido. Además del montaje y el andamiaje que es eficiente para que pueda ser una producción eficiente”.
Añadió que también se han realizado investigaciones y desarrollos que han convertido al posterriqueño en uno comercializable, que actualmente cuenta con la aprobación del Underwriters Laboratories (UL).
“Arturo [Massol] ha hecho un trabajo de publicidad, de promocionar el alumbrado exterior con luces LED [Light-Emitting Diode, diodos emisores de luz]. Yo entiendo la manera, que puede estar un poco frustrado porque no se ha puesto en funciones, aunque sí hemos logrado bastante. Por ejemplo, ya asignamos el dinero para comprar las piezas que vienen de China. Se ha ido haciendo la serie de compras para todos los materiales. Realmente ha sido un proceso que se ha seguido para que pueda cumplir con los estándares de cualquier tipo de auditoría”, detalló Fernández Van Cleve.
Otra de las razones que el rector resaltó como parte del posible retraso del producto, es la localización de los componentes para un ahorro en las compras.
“Para tú viabilizar el proyecto y que deje dinero hay que buscar dónde se consiguen los componentes al mejor precio. Hay componentes que son de Taiwán, China, Europa, Estados Unidos. Los componentes vienen de múltiples sitios en el mundo”, dijo.
El primer prototipo del casco de la luminaria, que se fabrica en China con las especificidades del RUM y que sirve para replicar los demás, cuesta $50 mil.
Por su parte, Rectoría le dio un préstamo de $300 mil a la compañía para la compra de los primeros componentes.
Por otro lado, uno de los reclamos del catedrático Massol es la pérdida de posibles clientes, ante esta disputa.
Sobre este particular, Fernández Van Cleve respondió que “es posible [que] hemos podido perder. Pero no vamos a ir al mercado si no tenemos un proyecto que cumple con todas las pruebas de control. Y ¿si nosotros le empezamos a vender al municipio de Bayamón todas estas luminarias externas y empiezan a fundirse?”. El funcionario usó como ejemplo los problemas técnicos que atraviesa el Galaxy Notes 7 y que ha culminado en la recolección del producto por parte de la empresa Samsung.
“Tú no puedes sacar un producto de laboratorio y comenzar a ponerlo por ahí, eso es lo que no entiende él [Massol]. Tenemos que saber que el producto que se lleva al mercado es competitivo, no solamente en precio sino también en calidad”, continuó.
Sostuvo que “la universidad no hace esto por filantropía. La universidad se tira esto para ganar dinero porque nosotros tenemos que buscar alternativas para la recolección de fondos para la universidad que hoy en día, más que nunca, hace falta”.
Por esta razón, mencionó que el posterriqueño y la creación de la corporación que los administrará para son modelos de lo que se podría seguir haciendo en cuanto a la comercialización de patentes y e ideas de profesores y estudiantes.
“Esto puede ser un prototipo de lo que puede ser una universidad del siglo 21, que tenga esas empresas universitarias adscritas a la universidad, que generen fondos para poder mejorar las facilidades y otras series de cosas”, dijo.
Viride es la primera corporación que se crea adscrita a la UPR, “hemos aprendido mucho con esto y creo que la segunda que pueda desarrollarse será más fácil”, puntualizó Fernández Van Cleve.
“Eso hay que resolverlo y se les está haciendo tarde”
Por su parte, el catedrático y uno de los padres del posterriqueño, Arturo Massol Deyá, aseguró que todo lo expuesto por el rector Fernández Van Cleve es una confirmación del lento proceso que se ha dado por parte de la administración para la comercialización del posterriqueño.
“La corporación Viride se crea en enero de este año, ya estamos llegando a noviembre”, destacó Massol Deyá.
El catedrático informó que el producto lo han solicitado alcaldes, industrias, farmacéuticas y comercios. Por ejemplo, unos condominios en Escorial, Carolina, quieren unas 78 luminarias. La urbanización University Gardens en Río Piedras ha anunciado su interés, desde hace dos años, por un total de $100 mil en productos.
“Ahora entra una junta de control fiscal, entra una dinámica que es distinta, ya eso no lo vas a poder vender, eso son pérdidas. Hay una orden de $100 mil, un interés anunciado en postes para University Gardens, ya eso se perdió”, apuntó Massol Deyá.
“Eso hay que resolverlo y se les está haciendo tarde. La investigación y el desarrollo hace dos años que se inició y ya tenemos unos prototipos competitivos para ir al mercado”, sentenció.
“Yo sé que hay muchas tareas en la universidad, eso yo lo puedo entender, pero un asunto como este, se tienen que sentar las partes y resolverlo ya. Hace dos años que venimos insistiéndole a la universidad que hay que definir la estructura administrativa y los acuerdos estratégicos”, dijo.
Para Massol Deyá, la situación es lamentable, pues aseguró que se encuentran ante el mismo panorama como si no hubiese pasado nada desde hace dos años. Indicó haber solicitado en julio una reunión con Fernández Van Cleve y no ha recibido respuestas.
“Yo pienso que la universidad no está cumpliendo a cabalidad, que está arrastrando los pies para un proyecto tan necesario y emblemático. Estamos hablando de una universidad que está en crisis y que tiene que generar ingresos de formas creativas y queremos una universidad que se inserte activamente en resolver los problemas del país”, recalcó.
Si bien el profesor universitario tiene conocimiento de que algunas piezas vienen de China, destacó que ese no es el eje del problema, sino la tardía tramitación de las órdenes de compra que tardaron dos meses en completarse.
“La parte de investigación, desarrollo, comercialización, el mercadeo, se ha construido una marca, hemos conseguido clientes, hemos hablado con la autoridad [Autoridad de Energía Eléctrica], se han conseguido las certificaciones, los desafíos técnicos de ingeniería —que eran bien severos— se resolvieron todos, y el único ingrediente que falta son ellos [la administración]”, resaltó.
Por último, hizo una exhortación a la presidenta de la UPR a llamar a las partes y que haya una rendición de cuentas del proyecto con los responsables de la investigación y desarrollo, con administración y con los encargados de manejar los fondos, para que se resuelva todo el asunto por el bienestar del país.
“No tenemos espacio para fracasar, pero se requiere de una voluntad y de un liderazgo que yo no he visto que se haya cumplido a cabalidad con este proyecto”, pronunció.
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Original del publicado en Diálogo.
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