DRNA comprometido a combatir el cambio climático

lunes, diciembre 28, 2015
"En Puerto Rico, obviamente, estamos encaminando esos pasos pero queda mucho por hacer".
Carmen Guerrero, secretaria del DRNA y Félix Aponte-González, ayudante especial (Ricardo Alcaraz / Diálogo)


Sequía, aumento en el nivel del mar, acumulación de sargazo y erosión, son algunos de los efectos que ha sufrido la Isla por el cambio climático que enfrenta el mundo debido al efecto invernadero por las emisiones excesivas de dióxido de carbono (CO2). 

El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) ha tomado cartas en el asunto, su secretaria Carmen Guerrero destacó la participación de la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático (COP21) celebrada en París, como una gran victoria para Puerto Rico y el Planeta. 

“En Puerto Rico, obviamente, estamos encaminando esos pasos pero queda mucho por hacer. Nuestra industria depende mucho de la energía eléctrica, que a su vez, está vinculado al combustible fósil”, comunicó la secretaria. 

Entre los acordado en la COP21 está “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de dos grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales y seguir esforzándose por limitar el aumento de la temperatura a 1.5”, así se lee en el documento del Acuerdo de París en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. 

Según un estudio realizado por la Oficina Estatal de Política Pública Energética, los gases emitidos en la Isla provienen principalmente del sector industrial, de la transportación y de la energía eléctrica, con una producción anual de 47 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono. Estados Unidos produce 6,673 millones. 

Aun así, Puerto Rico y las demás islas naciones, decidieron tomar acciones proactivas para reducir los impactos a nivel mundial aunque no sean los mayores causantes del problema. Se unieron a los países de mayor producción de CO2 para en el 2050 lograr tener carbono neutral en el Planeta. 

Puerto Rico comenzará a analizar, en el 2016, su capacidad de utilizar blue carbon -carbono capturado por los océanos y ecosistemas costeros-. 

La Universidad ha sido vital

Para esto, la Universidad ha tomado un papel protagónico para combatir y afrontar los efectos del cambio climático en la Isla y la región caribeña. 

“El rol de la Universidad ha sido vital para poder tener la mejor información técnica y científica del País y del Caribe sobre el tema del cambio climático”, resaltó Guerrero. 

Y es que la gran mayoría de los miembros del Consejo de Cambios Climáticos pertenecen a la Universidad de Puerto Rico, destacó la secretaria de DRNA y añadió que han ayudado “desde las áreas científicas, pero también las de planificación, de cómo empezamos a ejercer políticas públicas y planes específicos y acciones específicas para atender el cambio climático”. 

Este consejo está compuesto por más de 150 miembros y colaboradores de sectores públicos y privados que trabajan voluntariamente para contribuir en conocimientos, tácticas, desarrollo de herramientas y técnicas que ayuden a Puerto Rico a afrontar los cambios climáticos. 

“Estamos viendo con buenos ojos la posibilidad de poder expandir eso más y poder hacer alianzas con la Universidad para que se puedan trabajar centros de investigación interdisciplinarios sobre el tema de cambio climático”, anunció el ayudante especial Félix Aponte-González. 

Estos centro de investigación interdisciplinarios se están proyectando para que Puerto Rico pueda “liderar y colaborar en el proceso de aumentar el caudal científico y de proyectos aplicados de adaptación. No es tan solo generar ciencia y generar conocimiento, sino también generar proyectos, implementar acciones”, mencionó el egresado de la Universidad de Puerto Rico. 

Con estos centros de investigación, que tendrán un alcance regional, Puerto Rico podrá colaborar con países como Cuba, Jamaica y Trinidad que son los principales centros académicos del Caribe en este tema. 

Puerto Rico podrá solicitar fondos del “Green Climate Fund” acordado en la COP21 (Ricardo Alcaraz / Diálogo) 


Hay que tomar consciencia

Sin embargo, la Isla ya ha comenzado a trabajar con los efectos que está enfrentando debido al calentamiento global. El aumento del nivel del mar y la erosión de las costas es un asunto de interés para el DRNA. 

“Nosotros preliminarmente hemos identificado 40 áreas a través de toda la costa de Puerto Rico que están teniendo problemas grandes de erosión costera […] en promedio se está perdiendo un metro de costa al año que es sumamente dramático”, develó Guerrero. 

Lo que sucede es que nuestra Isla está diseñada en zonas costaneras, tenemos en ellas 124 millas de carreteras primarias, 81 parques industriales,13 plantas de tratamiento, 11 aeropuertos, nueve puertos y siete estaciones termoeléctricas. 

“Hay unas estrategias de adaptación y de resiliencia a cambio climático que estamos diseñando. El gobernador firmó una orden ejecutiva en la que manda a todas las agencias públicas de infraestructura a que diseñen planes de adaptación”, resaltó la secretaria quien también adelantó que se espera que los planes estén listos para mediados del 2016. 

El ayudante especial concordó con Guerrero y añadió que han hecho llamados para que las agencias hagan nuevas inversiones en su infraestructura. “Verdaderamente ahora tenemos una oportunidad para poder repensar cómo queremos hacer el País para el futuro”, sentenció.

Pero, “muchas personas no ven esto como un riesgo”, mencionó la planificadora ambiental. 

Hay mucho por trabajar todavía especialmente en la parte del componente de educación y comunicación, complementó el asistente Aponte-González. “Hay una gran necesidad de que la población entienda y reconozca mejor los impactos del cambio climático que le van a estar llegando a su casa, a sus centros de ocio, a las escuelas de sus niños”, enfatizó. 

Puerto Rico y la COP21

Otros componentes del Consejo de Cambio Climático lo son: el análisis y proyecciones físicas y bioquímicas del cambio; análisis de los impactos a la vida silvestre y a la biodiversidad; y el enfoque hacia el impacto social y económico. 

El DRNA ha desarrollado manuales y protocolos de adaptación y resiliencia a los efectos del cambio climático, además de diseñar sistemas de detención temprana. 

Por su labor fueron invitados a la COP21, en la cual pudieron presentar sus estudios y avances y para su sorpresa la Caribbean Community Climate Change Center (CCCCC) y la Organización de Estados Caribeños del Este, quedaron muy impresionados con la buena labor que se ejerce en Puerto Rico. 

De esta manera la Isla, sin importar su relación política con los Estados Unidos, podrá optar por el Green Climate Fund en colaboración con nuestras hermanas islas del Caribe. 

El Green Climate Fund será un fondo cercanos a los $100,000 millones para los países en desarrollo a partir del año 2020. 

“El conocimiento que Puerto Rico puede apostar a todos estos esfuerzos, más estrategias de adaptación a cambio climático como el protocolo de manejo de sargazo, como el protocolo de sequía, podemos servir de ayuda y apoyo en todas estas iniciativas y recibir fondos para poder implementarlas”, resaltó Guerrero. 

Para la secretaria, graduada de la Universidad de Yale, el acuerdo de la COP21 es una gran victoria. “Un acuerdo mundial de este tipo, donde se reconoce el cambio climático, se reconoce que hay que llegar a unas metas y a unos objetivos es un logro inmenso”, dijo con una sonrisa en su rostro. 

Han sonado reacciones distintas de diferentes sectores a nivel mundial, desde que ha sido un éxito rotundo hasta que ha sido un fraude y estrategias políticas por parte de los gobiernos. También ha renacido los acuerdos pasados como el de Kioto el cual solo pudo implementarse en un 11 por ciento y el de Copenhague el cual fue catalogado por Guerrero como una decepción.

Aun así, “el acuerdo recoge las mejores aspiraciones de los que debemos llegar como Planeta para atender este riesgo a la Humanidad. De que todavía queda mucho por hacer, definitivamente, pero que todas estas naciones se hayan podido poner de acuerdo con unas metas y al menos unos compromisos de reducción y que hayan reconocido que esto es un problema es gracias a la ciudadanía”, sentenció Guerrero. 

Estos acuerdos son jurídicamente vinculantes con los países firmantes y los compromisos de reducción de emanaciones de CO2 se verificarán cada cinco años. La firma se llevará a cabo el 22 de abril de 2016. 

Por otro lado, cuando Diálogo le preguntó a la secretaria cuánto invierte el Gobierno en combatir el cambio climático, dijo concluyente, “no suficiente. Deberíamos invertir más”. 

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Original del publicado en Diálogo

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XXII. Casado con la vida y amante de la comida. Boricua. Viajero. Periodista en formación.

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