Justo Méndez Aramburu, fundador de Nuestra Escuela (Facebook)
Primero, ¿quién soy yo? No mi nombre o de dónde soy, sino ¿quién soy en realidad? Segundo, ¿Quién yo quiero ser? No qué quiero ser, sino, quién. Estas preguntas son la base para que los estudiantes que aspiran a formar parte de Nuestra Escuela se encuentren a sí mismo, se tracen metas y logren una educación verdadera y eficaz, basada en el amor y el respeto.
“¿Qué no funcionó en la escuela que estabas antes que hizo que no volvieras? ¿Cómo sería una escuela ideal?”, fueron las preguntas que les hizo Justo Méndez y su esposa, Ana Yris Guzmán, al primer grupo de estudiantes, elegido de entre los marginados, pobres y con vidas difíciles. Las respuestas, cimentaron la misión de Nuestra Escuela, pues se encontraron con los mismos denominadores: jóvenes que no fueron respetados y faltos de amor por parte de sus familiares.
“Entendimos desde el primer instante que la escuela iba a ser sobre el amor, ni siquiera es sobre educación. Realmente, la educación es un instrumento, un medio, pero de lo que el asunto trata, es del amor”, aclaró Méndez, que con su educación alternativa han logrado un 97 por ciento de retención estudiantil, han sufrido la muerte de 18 estudiantes, pero que han salvado a 1,300.
Deserción escolar por falta de diferentes métodos educativos
Existe en Puerto Rico, aproximadamente, un 40 por ciento (271,633 jóvenes) de desertores escolares -estudiantes que fueron dados de baja de la escuela diurna-, según las estadísticas del Departamento de Educación junto con el Censo de los Estados Unidos.
A esta situación, Justo Méndez opinó que, “hay que tener un abanico amplio de alternativas, incluyendo la educación tradicional, y que cada quien se beneficie de la educación que está hecha para sus características, desde lo más tradicional, como la guardia nacional, hasta lo más creativo, como no ir a la escuela”.
De igual forma, Juanita Rodríguez Colón, decana de la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras, enfatizó: “Los estudiantes no aprenden de la misma manera”. Para tener un verdadero sistema de enseñanza hay que buscar diferentes estrategias de impartir el conocimiento, porque no todos los estudiantes son iguales", dijo.
“Hay que trabajar para la diversidad”, continuó. No a todos los estudiantes les funciona escuchar una conferencia donde el maestro sea el único que hable. Estamos hablando que la carencia está en poder identificar el método de aprendizaje adecuado de los estudiantes, aclaró la decana.
“La deserción escolar está íntimamente relacionada a la delincuencia; son jóvenes adultos con trastornos mentales o trastornos de otro tipo, que no fueron trabajados”, señaló la sicóloga escolar Dilka Betancourt Betancourt.
El 98% de los varones ingresados en instituciones juveniles fueron desertores escolares reveló un estudio realizado por el Colegio de Médicos Cirujanos sobre el perfil de violencia en Puerto Rico.
Por tal razón, el Departamento de Educación (DE) está reformando sus filosofías educativas. En Puerto Rico, ya existen siete escuelas públicas que utilizan el sistema alternativo Montessori, este año se han ido incorporando otros 25 planteles a la lista. Existen también, decenas de colegios privados que, además del Montessori, utilizan otros métodos como, la educación por niveles de Daskalos y las Escuelas del Mañana.
Modelo alternativo Nuestra Escuela
Nuestra Escuela posee un modelo de servicio de 12 elementos, que pueden suceder en cualquier orden excepto, los primeros tres. Se comienza entablando contacto humano por medio de un abrazo al joven que desea ingresar en la escuela. El segundo elemento es el Taller de Esencia Vital en Orocovis, donde el estudiante demuestra su interés por pertenecer a la escuela, desmoronan el autoconcepto, fortalecen autoestima, crean comunidad y trabajan un proceso de sanación. “Todo por mi estrella” es el nombre del tercer elemento, en el cual, “cada miembro define por quién echará el resto”, señaló Méndez.
“Nosotros no estamos organizados por salones ni nada de eso, sino por círculos de interés”, explicó. La escuela, que lleva 14 años de servicio, tiene círculos de: periodismo, agricultura, salud, patriotismo, teatro, deporte, entre muchos otros, los cuales están compuestos entre 12 a 15 miembros. Cuentan con un uniforme opcional y las calificaciones van de la A a la C, repitiéndole las áreas que no dominaron.
“El fracaso es un resultado válido, aceptado”, mencionó el presidente de Nuestra Escuela, y por tal se le enseña al estudiante hasta que aprende.
“No todos necesitamos saber lo mismo. No todos debemos saber lo mismo […] ahora, lo que sabemos, debemos compartirlo”, afirmó el egresado de la Universidad de Puerto Rico. Por lo tanto, Nuestra Escuela cuenta con una educación personalizada y de autoeducación para cada estudiante. Trabajan medio día en el proyecto del círculo al que pertenecen y luego toman dos clases (aplicadas al proyecto) por 22 días; al finalizar el tiempo, comienzan con otras dos materias por el mismo periodo.
“La educación homogénea, una misma para todos, viola la Constitución y el derecho humano”, finalizó.
“La educación homogénea, una misma para todos, viola la Constitución y el derecho humano”, finalizó.
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Trabajo para la clase de Redacción Periodística II.
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