Con 2,209 votos a favor y 82 en contra, los gallitos y jerezanas concluyeron la jornada de paralización que decretaron el pasado 28 de marzo. (Glorimar Velázquez / Diálogo)
Con 2,209 votos a favor y 82 en contra, los gallitos y jerezanas concluyeron una jornada de paralización que inició el pasado 28 de marzo y fue ratificada en cuatro ocasiones, incluyendo la Asamblea Nacional de Estudiantes del pasado 5 de abril, en la que ocho unidades del sistema universitario público aprobaron un voto de huelga indefinida.
Junto al voto de levantar la huelga, se estipuló que los portones abrirán hoy a las 11:59 p.m. y que las clases comenzarán el lunes, 12 de junio de 2017.
La decisión del estudiantado riopedrense –que comenzó su asamblea con 2,119 asistentes– se da luego que la semana pasada el gobernador Ricardo Rosselló Nevares presentara el presupuesto para el próximo año fiscal, donde se incluye una disminución de $202 millones de las transferencias anuales que hace el gobierno a la universidad con cargo al Fondo General. Actualmente, esa cifra está fijada en $834 millones.
Dicho ajuste de $202 millones representa un aumento de $53 millones –o un 36%– con relación al recorte original de $149 millones, que era con el que había estado trabajando la Oficina de Presupuesto de la Administración Central de la UPR.
Se prevé que el corte total al sistema universitario público del país sea de $512 millones para el 2026, según proyecciones de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal. Todavía no se precisa si fue la Junta de Control Fiscal (JCF) o la administración de Rosselló Nevares quien propuso la cifra de $202 millones, que muchos consideran “el fin de la UPR”.
La moción, presentada por Loidymar Duprey, estudiante de la Facultad de Ciencias Sociales y miembro del movimiento estudiantil, pedía que se reanudaran las labores académicas el lunes 12 de junio.
“La ratificación de este proceso de huelga en tres ocasiones demuestra que hay una juventud indignada que apuesta a la lucha y a la organización para transformar el futuro de nuestra universidad”, dijo la proponente, levantando el aplauso de los presentes.
“Entendemos que el movimiento estudiantil inicia hoy una nueva etapa, en la que apostamos a una organización estudiantil más militante y consciente, porque la coyuntura actual y el país nos la exige”, expresó.
Si bien los estudiantes en pie de lucha desean abrir los portones, invitaron a todos los alumnos a unirse a la “nueva etapa” que comenzará en los próximos días. Antes de iniciar la asamblea, Diálogorealizó una encuesta que develaba la próxima decisión de los estudiantes. Según el sondeo a través de Twitter, un 49% de los 384 participantes opinó que se debían abrir lo portones, por encima de un 29% que deseaba continuar con la huelga. El restante 22% se encontraba indeciso sobre la acción a seguir en el campus.
“Tenemos que continuar gestionando el proceso de pensamiento y acción para salvar a la UPR. Necesitamos de todas las personas comprometidas con la educación pública que se unan en tanto se abran los portones. Tenemos la voluntad, tenemos el coraje y tenemos las ganas de velar porque esta universidad priorice el bienestar de todos los sectores que la componemos y no descansaremos hasta que la veamos abierta por siempre”, vociferó Duprey.
Algunos de los reclamos que llevaron a los estudiantes a detener las labores académicas y administrativas son: cero recortes al presupuesto de la UPR, cero aumentos en la matrícula, auditoría de la deuda pública, y propiciar una reforma universitaria que surja de la base comunitaria del sistema de la UPR.
En la pasada asamblea del 25 de mayo, el estudiantado ratificó su voto de huelga condicionado a que cesarían su paralización si la Junta de Gobierno de la UPR certificaba los preacuerdos a los que llegó el Comité de Diálogo Institucional.
Entre estos se encuentran que la Junta de Gobierno se comprometa a no aumentar el costo de la matrícula; que la administración universitaria se comprometa con la Comisión Ciudadana para la Auditoría Integral del Crédito Público; una expresión del liderato administrativo de la UPR en contra del cierre o privatización de unidades o recintos; y no tomar acciones administrativas en contra de personas que hayan participado en la huelga.
Sin embargo, la UPR se encuentra acéfala luego de la renuncia de su presidenta interina, Nivia Fernández, así como la de otros tres miembros del máximo foro rector del sistema universitario, dejando al ente sin cuórum para operar.
Rosselló Nevares designó al profesor y abogado Walter Alomar Jiménez y a la abogada Zoraida Buxó Santiago para ocupar escaños en el la Junta de Gobierno, pero las nominaciones se encuentran en la Legislatura esperando a ser confirmadas.
Según la presidenta del Consejo General de Estudiantes (CGE), Wilmarí de Jesús, durante la última reunión que tuvo en La Fortaleza, salió a relucir que prontamente vendrán más designaciones al cuerpo rector.
En una moción presentada por Tania Delgado Díaz, y que fue avalada por el cónclave, los estudiantes volvieron a pedirle a la Junta de Gobierno a que sus miembros se autoconvoquen y firmen los preacuerdos del Comité de Diálogo Institucional.
El primer punto en agenda fue referente al estado actual de la acreditación de la Middle States Commission on Higher Education y los fondos federales de becas y préstamos.
Durante el informe, Jorge Rivera, vicepresidente del CGE, detalló que, de levantarse la huelga, la UPR seguirá en probatoria por la Middle States hasta que la institución demuestre que puede sostenerse económicamente luego de los recortes al presupuesto por parte de la JCF y avalados por el gobierno.
En cuanto a las ayudas económicas federales para los estudiantes, Rivera confirmó que los gallitos y jerezanas no recibirán los pagos que quedaron pendientes y que los alumnos que participen del programa de estudio y trabajo tendrán que esperar para ver si hay fondos disponibles para poder pagarles.
Por otro lado, aunque los detractores de la lucha estudiantil se han mantenido firmes de que el proceso de huelga ha sido una pérdida de tiempo y un atraso para los estudiantes, los huelguistas han asegurado que los portones cerrados le han brindado un tiempo amplio de reflexión para generar propuestas que ahora se discuten en la Legislatura.
Los universitarios han presentado cinco proyectos de ley que han sido endosados por la Asamblea Legislativa y que buscan atraer unos $500 millones a las arcas de la UPR a través de medidas como contribución de 11.5% sobre propiedades lujosas y contrataciones prioritarias a la UPR al momento del gobierno buscar servicios de consultorías.
Asimismo, los estudiantes en huelga destacan que han conseguido que la administración universitaria se posiciones a favor de una Comisión Universitaria de Auditoría de la Deuda y la formación de un Comité de Reforma Universitaria a nivel nacional.
En la pasada semanas las unidades de Bayamón, Cayey y Utuado, así como el Recinto de Mayagüez, decidieron abrir los portones.
En estos momentos, la UPR en Humacao es el único campus que queda en pie de lucha y el miércoles tendrán que decidir –en asamblea– si continuarán en huelga o no.
Según calendario preliminar propuesto por la Oficina del Registrador, las labores de limpieza del campus comenzarán hoy y se extenderán por lo que resta de semana. Las clases empezarán este próximo lunes y terminan el 28 de julio. Se ofrecerán cursos de verano del 7 al 28 de agosto y el próximo semestre comenzará a finales de agosto.
La graduación del Recinto de Río Piedras quedó permanentemente cancelada, reconfirmó la presidenta del CGE.
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Original del publicado en Diálogo.
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