Oscar López Rivera: “Mi corazón está con los estudiantes”

jueves, mayo 18, 2017
Durante su primer día en libertad, Oscar López vistió de negro para expresarles a los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico su respaldo. (Ricardo Alcaraz / Diálogo)


“Si se siembra siempre hay la posibilidad
de que la semilla de frutos.
Estamos sembrando, seguiremos pa’lante”
– Oscar López Rivera

Las olas del océano Atlántico se agitaban con fuerza, como si saludaran a un viejo amigo al que no veían hace más de 35 años. La playa El Escambrón fue la vista de fondo que tuvo Oscar López Rivera en su primera conferencia de prensa luego de su excarcelación. El mismo paisaje que tanto añoró durante sus años en prisión.

Ayer, Oscar se levantó con más fuerza que nunca, contó. Al abrir los ojos lo primero que hizo fue darle gracias a la vida, al pueblo puertorriqueño y a todas las personas que aman la libertad y que hicieron posible que estuviera caminando por las calles de Puerto Rico.

A pesar de ser un día memorable, Oscar se vistió de negro. De negro, porque durante años nunca pudo vestir de luto cada vez que uno de sus seres queridos moría. De negro, por el Día Internacional en Contra la Homofobia y Transfobia. De negro, en solidaridad con el movimiento “Black Lives Matter”. De negro, por un mensaje de amor y no de odio. De negro, por solidaridad a los y las presos políticos en prisiones estadounidenses. De negro, para expresarles a los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico su respaldo.

“Durante los años que pasé preso, siempre viví esperanzado que algún día regresaría a mi amada patria. Hoy es ese día”, fueron las primeras palabras del, ahora, exprisionero político.

Aunque el pepiniano encontró a Puerto Rico más de tres décadas después “peor de lo que esperaba”, busca entre lo negativo las pizcas positivas, como la afirmación colonial del País por parte del gobierno de Estados Unidos y de los tribunales federales. Es ahí donde encuentra fuerzas para seguir luchando por su ideal: la descolonización de Puerto Rico.

Había pasado tres meses y ocho días en el País, pero él se encontraba bajo estrictas restricciones de confinamiento domiciliario. Esto, luego que el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, le conmutara la sentencia de 55 años en prisión por conspiración sediciosa y otros seis cargos.

En su primer discurso, Oscar expresó la inmensa felicidad que sentía. Alegría que se notaba en su rostro —ya envejecido— y en su mirada, que bajo las cejas blancas y entre ojos achinados, brillaba.


Oscar López Rivera tras su primera conferencia de prensa como hombre libre. (Ricardo Alcaraz / Diálogo)


“Quiero que nuestro pueblo sepa que hoy puedo afirmar que mi espíritu, mi honor y mi dignidad están incólumes, que me siento vivito y coleando y listo para emprender mi nueva peregrinación”, leyó, quien pasó 12 años –de los 35– en confinamiento solitario.

Y es que Oscar se comprometió a visitar los 78 municipios del archipiélago borincano para dialogar, compartir ideas y promover la unidad. Unión que asegura no es difícil si “verdaderamente amamos la patria”.

“Puedo afirmar con plena confianza que amar la patria no cuesta nada, lo costoso es si la perdemos. Y si continuamos por el rumbo que vamos Puerto Rico no va a ser nuestra patria”, sentenció.

En esta peregrinación que realizará, el otrora preso político dijo que no irá con agendas ni propuestas concretas para presentarle a los puertorriqueños, irá como un vigía, un escucha que desea conocer los problemas de los boricuas de primera mano.

“Yo vengo a este pueblo a escuchar, a dialogar, a oír, lo que el pueblo quiere. Yo no vengo con ninguna propuesta concreta porque las decisiones las toma el pueblo”, aseguró el soñador de una federación caribeña.

Asimismo, se comprometió a visitar los portones de los recintos y unidades de la Universidad de Puerto Rico que llevan más de 40 días en huelga en defensa de una universidad pública, de calidad y accesible para las demás generaciones de puertorriqueños.

“Mi corazón está con ellos [con los estudiantes], mi mente está con ellos, mi espíritu está con ellos y me gustaría que logren sus metas. Solo se van a lograr sus metas si nosotros, todos, apoyamos lo que los estudiantes están haciendo. Necesitamos que todos y todas apoyemos a los estudiantes”, pidió Oscar, quien a sus 74 años mantiene su energía luchadora.

A propósito de las enmiendas al Código Penal que expertos aseguran sería una criminalización de las protestas, el oriundo de San Sebastían fue enfático en que “ningún gobierno debe usar el sistema criminal para criminalizar a aquellos que aman la patria, que quieren lo mejor para Puerto Rico”.


Oscar López brindó su primer mensaje en libertad el pasado 17 de mayo tras más de 35 años de prisión. (Ricardo Alcaraz / Diálogo)


Y de amar la patria, Oscar sabe. El puertorriqueño luchó incesantemente por la descolonización de Puerto Rico al punto de ser sentenciado a prisión por conspiración sediciosa.

Muchas personas lo tildan de terrorista por ser miembro de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), por supuestamente transportar armas de fuego, conspirar para el transporte de explosivos y vincularlo con el atentado al Fraunces Tavern donde murieron Alejandro Berger, Frank Connor, James Gezork y Harold H. Sherburne.

Sin embargo, él se mantiene firme en sus declaraciones: “Yo no tengo sangre en mis manos”.

“Acusarme a mí de ser terrorista es un fallo. Yo fui sentenciado por una conspiración sediciosa. Después de tantos años de ser investigado ningún agente del FBI, ningún agente policiaco, pudo decir que Oscar López tiene sangre en sus manos. Yo no tengo sangre en mis manos y por eso yo no puedo ser terrorista”, aseguró.

En 1999, Oscar rechazó una oferta de clemencia que le propuso en aquel entonces el otrora presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, porque no incluía a dos de sus compañeros que también se encontraban en prisión.

“Uno de mis principios es nunca dejar atrás a nadie que esté conmigo”, explicó.

Asimismo, el prisionero político que más tiempo ha pasada tras las rejas estadounidenses, aclaró que no trabajará para el municipio de San Juan luego que la alcaldesa capitalina, Carmen Yulín Cruz Soto, le había ofrecido empleo.

“No voy a trabajar para el municipio de San Juan; de eso pueden estar seguros”, remató.

La oferta de empleo formó parte de los requerimientos de las autoridades federales para acelerar el proceso de excarcelación.

Posterior a la primera conferencia de prensa de Oscar López Rivera como hombre libre, se celebró a las tres de la tarde una fiesta de pueblo en la Plaza de la Convalecencia en Río Piedras. 
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Original del publicado en Diálogo

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XXII. Casado con la vida y amante de la comida. Boricua. Viajero. Periodista en formación.

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