El proyecto incluye limpieza e impermeabilidad de los techos, pintura, plomería, arreglos al sistema eléctrico y mejoras a las áreas verdes. (Suministrada) |
El miércoles 30 de marzo se tornó lluvioso para Río Piedras. A eso de las 10 de la mañana la lluvia caía a cántaros sobre la olvidada Escuela Secundaria de la Universidad de Puerto Rico, conocida comúnmente como UHS.
Era imposible caminar por sus pasillos, los charcos impedían el fluido caminar de los estudiantes y maestros. Frente a la oficina administrativa grandes goteras mojaban a todo aquel que se trataba de resguardar del aguacero de aquella mañana. Y que no se hable del estancamiento de agua en las áreas verdes del plantel.
Esta situación no es nueva para los estudiantes, viene de años, pero se tenía en el olvido.
Sin embargo, ha comenzado el cambio y las mejoras, “después de tanto tiempo de abandono de los planteles de las escuelas laboratorio”, apuntó Carlos E. Severino Valdez, rector del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP), en conferencia de prensa para el anuncio del proyecto.
George Bonilla, director de la Escuela Secundaria, resaltó aún más las expresiones del rector, “total abandono por más de 20 años por la Universidad”.
El proyecto será financiado por el Fideicomiso del Niño, quien destino $6 millones, de los cuales la primera intervención contará con $3 millones para la impermeabilización de los techos en las edificaciones principales y la reubicación de toda la infraestructura de refrigeración. Tras el cumplimiento de esta primera intervención se desembolsará la mitad restante para que se realice la segunda fase.
Según Bonilla, los trabajos ya iniciaron hace unos días y se delinea que antes del semestre próximo hayan finalizado. La remoción de la pintura con plomo se llevará a cabo durante el verano, pues requiere total cuidado y que los estudiantes no estén presentes.
Un par de medias adicionales en la mochila
“Siempre hay que cargar con un par de medias adicionales en la mochila”, dijo Pedro Lazo, presidente del Consejo de Estudiantes de la Escuela Superior tras preguntarle cómo era posible la educación y el aprendizaje eficaz con el mal estado de las instalaciones.
Así mismo señaló que los salones de arte -ubicados en el anexo- se inundan hasta llegarles el agua a los tobillos y que el drenaje ineficaz del agua simula una cascada.
Y estos problemas no solo afectan el plantel y funcionamiento de los mismos, también es perjudicial para la salud. “Muchas veces tenemos problemas de salud que sufren nuestros estudiantes por hongos, humedad, por asma. Realmente hemos tenido instancias que profesores tienen que ausentarse por motivos de salud y los estudiantes perder clases porque la situación de la humedad y de los hongos es severa”, resaltó el líder estudiantil.
Por tales razones, la inversión millonaria atenderá las mejoras a la infraestructura pluvial y sanitaria para mitigar los problemas causados por inundaciones, desarrollando así un sistema de drenaje sostenible que contará con la retención e infiltración de aproximadamente 140 mil galones.
De igual forma, trabajarán en el desbordamiento de aguas usadas, construirán rampas y acceso por la parte posterior del plantel, se diseñará un espacio para habilitar un merendero y la intervención con la arboleda.
Cabe resaltar que crearán, también, un techo verde en el edificio del anexo. Aunque se pensaba hacerlo en todo el plantel, la edificación de la escuela centenaria -103 años para ser exactos- no lo soportaría.
Sustitución de 27 árboles
Sobre este proceso de identificación de problemas que atañan a la UHS, surgió -quizá- el más controversial de todos: la sustitución de 27 árboles de los 111 que componen el paisaje forestal de los planteles.
“Desde hace ya años hemos visto que cada vez que hay una intervención que hay que hacer con los árboles pues lo que se genera es un conflicto”, dijo Severino. Por tal motivo, el rector de la UPRRP envió a Fernando Silva, director del Instituto de Ciencias para la Conservación de Puerto Rico, para que junto a los estudiantes y toda la comunidad escolar realizaran un estudio que incluyó -entre otras cosas- la evaluación del estado actual de la arboleda.
“El Comité Ecológico del Consejo de Estudiantes de la UHS tomó control sobre el asunto con el fin de desarrollar alternativas que permitan repensar y reestructurar el paisaje forestal de la escuela”, explicó Lazo.
En concordancia, Carlos Velázquez, presidente del Comité Ecológico de la UHS, hizo mención de las recomendaciones que surgieron tras el estudio, dentro de las cuales se encuentra: el remplazo de los árboles removidos con especies endémicas y nativas para promover una educación ecológica local; creación de colecciones de semilla para crear viveros; y la colaboración con la compañía Nuestra Madera para reutilizar la madera cortada.
Entre los planes con la madera obtenida se encuentra la creación de salones al aire libre y un monumento a los árboles cortados.
También, Velázquez apuntó que cumplirán con las políticas de la UPR y por cada árbol talado, los estudiantes sembrarán cinco. No todos los árboles -por cuestión de espacio- se sembrarán en los planteles de la UHS, algunos serán plantados en la Estación Experimental de Gurabo. Entre las especies que se sembrarán esta el Ausubo, la Moca, la Malagueta, Violeta y Ortegón.
Por otra parte, para Fernando Silva la experiencia de trabajar en este proyecto de evaluación, de aprendizaje y de rescate de memoria histórica con los estudiantes, ha sido un privilegio. “El tema de los árboles en los planteles se maneja como un asunto de mantenimiento […] y nunca ha significa un recurso y una oportunidad para el aprendizaje y la enseñanza”, destacó el egresado de Yale School of Forestry & Environmental Studies.
De igual forma Severino resaltó: “Que un árbol no se convierta en mero fetiche sino que el árbol sea algo vivo”.
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Original del publicado en Diálogo.
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