La UPR comienza su protocolo a favor de estudiantes trans

domingo, enero 29, 2017
Según el plan, en febrero comenzará el reemplazo de las señalaciones en las facilidades sanitarias y, a pesar del debate que ha generado este tipo de políticas sobre la entrada de agresores sexuales en los baños, varios universitarios no sienten temor y validan la decisión de la UPR.


A Pó Rodil le brillaban los ojos al contarle la noticia. Está feliz. ¿Su razón? Los y las estudiantes trans de la Universidad de Puerto Rico (UPR) ya no estarán rezagados, discriminados o sin reglamentos institucionales que protejan sus derechos. Al finalizar este año académico, los miembros de esa comunidad gozarán de todos los beneficios que posee el resto del estudiantado.

De Pó podemos decir muchas cosas. Por ejemplo, que su sonrisa refleja un alma pura, que hace un ‘performance’ de alto calibre y que es intersexual –que no se identifica con ningún binomio: hombre o mujer.

Fue para el 2012, en su primer año universitario en el Recinto de Río Piedras de la UPR, cuando comenzó a desligarse del género femenino y decidió cambiarse el nombre a uno que representara neutralidad.

“Desde entonces, salí del pronombre ‘ella’, porque sentía que no identificaba quien yo era”, declaró en las escaleras del emblemático Teatro del recinto riopedrense.

Así, luego de que los médicos descubrieran que poseía un ovario y un testículo en su aparato reproductor, comenzó su aceptación o, como lo llama, “su segunda salida del clóset”.

Pó se empezó a vestir como hombre, o al menos lo que la sociedad cataloga como tal. Empezó a vestir a su gusto, sintiéndose libre, poniéndose aquello con lo que se sintiera mejor. Algunas personas no comprendieron el cambio y se alejaron.

“Mi familia no lo entiende. Ellos lo ven como una fase. No me alejan del círculo familiar, pero vienen las quejas de por qué no me afeito, no me maquillo, no me pongo traje y por qué no me comporto más femenina”, contó y soltó una carcajada, pues dice que se comporta a su manera.

A Pó no le quita el sueño que la gente se le quede mirando, que susurren cuando camina por la Plaza Antonia, que le cuestionen.

“Siempre hay que instruir a las personas, no forzarlas, porque ellos en su mente piensan que están correctos”, expresó con humildad.

Aunque nunca ha tenido problemas con profesores, personal de seguridad, incluso con los baños -pues siempre ha utilizado “el más vacío que esté”-, tiene compañeros que sí han pasado por ataques institucionales. Por eso está feliz con el protocolo a favor de los estudiantes trans.

“Esto es una gran validación de parte del sistema UPR, ya que muchos estudiantes se sienten incómodos y esto le puede abrir las puertas de sentirse respaldados. Es sentirse que pertenecen a la comunidad universitaria. Es un paso muy grande de validar nuestra comunidad y unirla al resto”, aseguró mientras su mirada se dirigía a la Torre, símbolo de la institución.

Si bien no existe un número exacto de estudiantes trans en la UPR, al menos Pó tiene constancia de que hay aproximadamente 20 en el Recinto de Río Piedras.

“Es importante que estas cosas se hagan porque esto hace que nos unamos como comunidad universitaria y no nos hace ver como extraterrestres”, añadió.
Derechos para los trans

Entre las acciones próximas a tomar por parte de la administración de la UPR para garantizar un ambiente seguro y libre de discrimen, se encuentran: el registro con el nombre de preferencia, el reemplazo en las identificaciones de las facilidades sanitarias, la utilización del baño que corresponda a su identidad y el derecho a elegir el género de los dormitorios en las residencias universitarias.

La Junta de Gobierno (JG) aprobó el Plan de Trabajo para el Cumplimiento con la Reglamentación sobre Estudiantes Transgénero, para estar conformes a los requerimientos de los Departamentos de Educación y Justicia del foro federal.

“Dentro de la comunidad LGBTT, la comunidad trans es la que más violencia experimenta. Aquí nunca se toman en cuenta, nunca. Es una lucha bien difícil para ellos y ellas. Es bien importante que ya tengamos un plan”, expresó la procuradora estudiantil de la UPRRP, Carolyn Guzmán.

Carolyn Guzmán, procuradora estudiantil del Recinto de Río Piedras, ofrecerá talleres y creará campaña de concientización a favor de los derechos de los estudiantes trans. (Adriana De Jesús Salamán)

En mayo del año pasado, los departamentos de Educación y Justicia de los Estados Unidos presentaron un memorando en donde esbozaban que toda institución educativa que reciba fondos federales tendrá que atenerse a lo dispuesto en el Título IX del Education Amendments Act of 1972 donde se prohíbe el discrimen por razón de la identidad de género real o percibida.

“Yo creo que es un muy, muy buen paso. Claro, es algo que viene para estar al cumplimiento federal, sin embargo, me parece un buen paso”, recalcó Guzmán mientras se mostraba esperanzada en que la UPR cree sus propias certificaciones fuera de las impuestas por memorandos federales por si gobiernos posteriores deciden revocarlos.

La procuradora de los gallitos y jerezanas lamentó la resistencia del recinto en cuanto a instaurar sus propias medidas a favor de la comunidad trans. Sin embargo, le da tranquilidad que la orden haya salido del organismo rector porque así “no hay excusas” para que las unidades del sistema las apliquen.

“Yo quisiera hacer un protocolo de cuáles son los derechos de un estudiante transgénero en nuestro recinto y qué pasos tiene que seguir si quiere poner una queja o desea una orientación”, explicó Guzmán.

Entre las labores que se les asignan a los procuradores estudiantiles dentro del plan, está la creación de una campaña educativa sobre los derechos de los estudiantes trans y talleres de capacitación a los miembros de la comunidad universitaria sobre los derechos de estos estudiantes.

En cuanto a los talleres, Guzmán enfatizó que “hay que comenzar a hacerlo ya. Es muy importante comenzar con [el personal de] Seguridad porque resuelven cualquier issue que puedan tener estos estudiantes o cualquier issue de maltrato que pueda surgir. Y con los profesores y profesoras, porque cuando estamos en el salón de clases deben mantener el respeto y saber cómo los vamos a llamar”.

Si bien la procuradora reconoce que en cuanto a fondos monetarios la UPR se encuentra en momentos difíciles, aseguró que la semana próxima comenzará a buscar quiénes pueden ayudar con la campaña educativa.

Por tal razón, Guzmán estará abierta a que toda persona que desee cooperar, lo haga. También, buscará la integración de la propia comunidad trans. “Podemos tener las mejores intenciones del mundo, pero si nosotros no somos las personas que estamos viviendo el discrimen, se nos podrían escapar muchas cosas”, explicó. 


Rotulación que la Administración Central de la UPR pretende comprar para identificar los baños para hombres y transgéneros. (Suministrada)

En cuanto al logotipo para identificar los baños, la también abogada expresó que fue un tanto incómodo ver la representación que se utilizará. “A mí me hubiese gustado que fuera un baño y ya y no seguir categorizando”, inquirió.

En cuanto a este tema, Pó consideró que para visualizar a la comunidad trans “está chévere y cumple su función”. Sin embargo, “tú en tu casa no tienes un ‘sign’ [rótulo] en el baño”, comparó.

¿Luz verde para abusadores sexuales?


Otra de las discusiones que se han suscitado sobre el tema es la posibilidad de que abusadores sexuales entren a los baños a cometer delitos, pero varios estudiantes del Recinto de Río Piedras entrevistados por Diálogo no sienten temor. Al contrario, validan la decisión de la UPR.

Cabe destacar que cualquier persona que se identifique con el rótulo señalado en las facilidades sanitarias podrá entrar sin requerimiento de identificaciones. Al pedirlas, se violaría los derechos de confidencialidad de los estudiantes trans, explicó Guzmán.

“Se usa la justificación de que será una excusa para que depredadores entren a los baños, pero no se ha visto ningún caso de que un depredador se vista de mujer. Cuando lo hacen, lo han hecho como hombres”, opinó la estudiante de Humanidades, Gwyneth Jorge.

“Hay lugares donde vas a comer y hay un solo baño. Cada uno está en su cubículo”, argumentó Odette González, de Nutrición, donde contó hay un solo baño asignado a mujeres, pero que desde que tiene constancia los hombres también lo utilizan.

Para Emily Heising, de Biología, “hacía tiempo que era necesaria esta decisión de respetarle a los trans que entren donde se sientan más cómodos. Si yo no me siento cómoda entrando a un baño de hombres por qué a ellos hay que obligarlos”.

“Después que haya respeto mutuo, la medida es aceptable”, arguyó Ashley Lozada, también de Biología.

“No hay nada más bonito que el respeto y la aceptación de las personas”, dijo con una sonrisa la estudiante de Humanidades, Alejandra González.

Gerardo Torres, de Arquitectura, tampoco teme por su seguridad. “Debe ser raro al principio, pero es cuestión de aclimatarse. A mí no me molesta y más aquí en la universidad”.

“Cuando uno no está acostumbrado puede ser incómodo, pero para mí, es una cuestión de derechos humanos y una manera de que las personas se vayan aclimatando a los cambios. Son formas de ir ganando terreno”, consideró Landy Negrón, de Humanidades.

“Súper bien que los estudiantes trans utilicen el baño con el que se identifiquen”, respondió el estudiante Félix Zambrana, de Estudios Hispánicos.

Con ellos, obviamente, concordó Pó.

“Eso de que los trans puedan usar el baño con el que se identifiquen está aparte de que seas pedófilo o agresor sexual. Eso está completamente separado. Sí se puede dar el caso con estas personas que tienen problemas sicológicos, pero no lo veo como un ‘issue’”, sostuvo. 

Pó Rodil, estudiante de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

“Estamos castrando a esos niños”


Lo que sí le preocupa a Pó son las medidas que desea tomar la administración de Ricardo Rosselló Nevares de eliminar la Carta Circular 19 de 2014-2015 del Departamento de Educación, que implantó la educación con perspectiva de género en las escuelas públicas del país, y la Carta Circular 16 2015-2016, en donde se acepta en los planteles el uso de uniforme según el género con el que se identifique el o la estudiante.

“Puerto Rico está muy atrás. La generación después de nosotros, la Z, está clara del espectro que existe en cuestiones de preferencias, sexualidad e identidad, que la gente puede ser como quiera y eso no afecta a ningún ser humano”, explicó.

Estas tendencias a favor de la comunidad trans se están dando a nivel global. Por ejemplo, en Taiwán, Audrey Tang se convirtió en la primera ministra trans del mundo; y Dinamarca, el primer país en no considerar la transexualidad como una enfermedad síquica –como todavía está contenido en el catálogo internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, otras noticias sobre esta comunidad han conmocionado al mundo, como la niña transexual de Argentina que con cinco años trató de cortarse el pene, o los refugiados de la comunidad LGBTT que viven en edificios abandonados en Brasil huyendo de los crímenes de odio.

“Estamos castrando a esos niños al negarles sus derechos. Los efectos negativos, como la depresión y el suicidio, se van a ver pronto”, lamentó Pó.


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Original del publicado en Diálogo

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XXII. Casado con la vida y amante de la comida. Boricua. Viajero. Periodista en formación.

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