Tú y el beso

Era un oscuro invierno y su piel canela rozaba con la mía mientras observaba fijamente mis ojos. Me abrazaba y sentía un frío espeluznante al ver como esas dos piedras preciosas, tan oscuras como la noche, me observaban con tanta pasión: era un misterio.

Negros, unos ojos negros, unos ojos que igualaban mentira y desolación, y solo pensar que una mirada me arrebataría la inocencia y me llenaría de desesperación.

El sentir sus labios cerca de los míos, el sentir su voz, sentir sus susurros que se volverían en gustos de lujuria y pasión… Mentira, todo era mentira, y pensar, pensar que estaríamos juntos hasta la muerte.

Quizás fue afecto, quizás fue el atrevimiento, el atrevimiento de hacer algo imposible, o quizás fue la fuerza de un beso. ¿Habrá algo más sensible? ¿Algo más fuerte? ¿Algo tan mágico? ¿Algo tan inexplicable?

Solo fue el roce de aquellos dos cueros sobresalidos llamados labios. Un roce, un roce que me quemó, me costó la vida, me quemó, me quemó el corazón. Tanta pasión me cegó, una mascarilla de cenizas se posó en mis ojos, mis ojos de cristal, mis ojos de inocencia, mis ojos de soledad.

Ansiaba tanto el no estar sola que llené mi vacío con amor incoherente. Mi valor y mi dignidad trataron de avisarme, pero al observar mi ignorancia, desaparecieron, se lanzaron por la borda, dejándome experimentar la perdición. Y yo, perdida en un hoyo de algo prohibido, un hoyo que llenaba mi vaso de agua impura y malgastada en bajas pasiones, pasiones que saciaban mi soledad perdida y las ansias de tener algo -o a alguien-…  y poder llamarlo MÍO.

Valentina Rosa

CORE repiensa el rol de la Consejería en Rehabilitación

Como parte de la Semana de la Consejería en Rehabilitación, profesores de la UPR en dicha disciplina pusieron de manifiesto el rol de la profesión y el papel que ha jugado la Universidad en la investigación. (José Karlo Pagán / Diálogo)

La Consejería en Rehabilitación ha creado sistemas de apoyo, pero solo se han quedado ahí, así lo aseguró Roberto Frontera Benvenutti, director de la Escuela Graduada de Consejería en Rehabilitación (CORE) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP). 

Si bien la Carta de Derechos de las Personas con Impedimentos define que “se refiere a toda persona que tiene un impedimento físico, mental o sensorial que limita sustancialmente una o más actividades esenciales de su vida”, y que la Consejería en Rehabilitación busca la autosuficiencia de estas personas, Frontera asegura que eso no es suficiente. 

“Nos estamos ocupando únicamente a los derechos de las personas con impedimento. De cómo la sociedad tiene una responsabilidad con las personas con impedimento. Cómo hay que poner recursos y dinero, pero se queda una parte importante”, dijo el director de CORE como parte del panel “Hablemos de competencia, constructos e investigación en el campo de la Consejería en Rehabilitación”. 

Para este profesional, la Consejería en Rehabilitación no solo debería buscar la independencia de las personas con impedimento sino la interdependencia, en la cual los pacientes puedan crear redes reales con la sociedad que les rodea. 

“Nunca le dimos un rol en la sociedad”, apuntó el catedrático. Para él, en la profesión no se trabaja por la integración de las personas con limitaciones dentro de la sociedad y que de esta manera aboguen por “otros que no necesariamente son personas con impedimentos”, sino que se busca que la persona viva de manera independiente y no comunitariamente. 

Para combatir contra esto, Frontera propuso trabajar para la interdependencia de los pacientes para que entiendan que “su rol no puede limitarse a pedir derechos”, dijo en su ponencia “Independencia vs. Interdependencia: Implicaciones semánticas, filosóficas y prácticas”.

“Esta interdependencia es un reto a la victimización como manifestación indeseable del ‘ay bendito’ boricua”, remató el director. 

En conversación con Diálogo, Frontera añadió que la interdependencia no solo se debe manifestar en la Consejería en Rehabilitación, sino en todas las áreas, pues no se puede seguir trabajando desde modelos individualistas. 

“La mejor forma de lograr lo que tú necesitas es aceptando que vivimos en un modelo de mutua reciprocidad. Yo necesito de ti y tú necesitas de mí, respectivamente tengas un impedimento o no”. 

Por otra parte, Robinson Vázquez, profesor de CORE, hizo un llamado fuerte al empoderamiento de la profesión para así lograr profesionales comprometidos con el País. 

“Hay que retomar la profesión, hay que repensarla dese los elementos mínimos”, propuso Vázquez en su intervención “Radiografía del profesional de la Consejería en Rehabilitación que aspiramos…”. 

El profesor de CORE, también hizo un llamado a los estudiantes a recordar que estudian una profesión sólida y que el compromiso debe ser fundamental. “Las poblaciones que atendemos, ¿qué pasa? están emergentes pero siguen in crescendo, hay una relación inversa, cada vez menos consejeros y más poblaciones”. 

De igual forma el profesional recomendó generar legislación para las condiciones económicas y la calidad en el entorno del trabajo de los Consejeros en Rehabilitación, como lo hicieron los Trabajadores Sociales. 

Además, Vázquez propuso un plan para avivar la profesión llamado REVIVE 2020. En el mismo, se buscará aunar los esfuerzos de las tres escuelas que otorgan el grado de maestría en Consejería en Rehabilitación en Puerto Rico y de las cual egresan los profesionales que dan servicios a los más de medio millón de personas con diversidad funcional.  

“Queremos que la profesión sea visible, pues entonces tenemos que unirnos. REVIVE responde a articular planes estratégicos para que mueven la profesión, pero también desarrollen la calidad de vida de los consumidores con impedimentos”, resaltó. 

Vázquez le adelantó a este medio que para agosto espera tener la primera mesa de diálogo con las demás instituciones.

Maribel Báez Lebrón hizo un recuento de los 44 años de investigación en el campo de la Consejería en Rehabilitación. (José Karlo Pagán / Diálogo)

La UPR con 44 años en investigación en el campo de la Consejería en Rehabilitación

Por su parte, Maribel Báez Lebrón, destacó la labor de investigación que ha resultado de CORE, la cual en 44 años ha generado 405 tesis, esto mediante su ponencia “Reportando 44 años de investigación dentro del campo de la Consejería en Rehabilitación puertorriqueña”. 

Las primeras tres tesis datan del año 1971. De las 405 disertaciones, solo una es en la lengua inglesa y el 69 por ciento ha sido de manera grupal. “No tenemos nada que envidiarle a otros programas graduados”, dijo Báez. 

Además añadió, que la Escuela debe comenzar a rescatar todo el trabajo que han realizado a lo largo de todos estos años en los cuales se han desarrollado modelos para Puerto Rico y se han generado datos para crear propuestas. “¿Por qué ir a buscar afuera lo que tenemos en la casa?”, resaltó.  

Cabe aclarar, que como modo estratégico por parte de la administración, “el requisito de tesis fue eliminado del currículo para integrar el componente de investigación en todos los cursos”, le dijo Báez a Diálogo.  

La actividad, que se realizó por segundo año consecutivo, buscó exponer el trabajo que realizaron un grupo de estudiantes que fueron becados por el Rehabilitation Services Administration. 

Como parte del evento, presentaron en el panel de la mañana “Identidad, Salud Mental, Empleo y Sexualidad: Retos para el profesional de la consejería en rehabilitación y la persona con diversidad funcional”: Alexandra Torres, Victoria González, Rose Charón y Fabiola Pérez, todos estudiantes de primer año de CORE. 

En la tarde, en el panel “Consideraciones legales, académicas y prácticas que el CR debe atender en diferentes etapas de la vida de la persona con diversidad funcional” participaron los estudiantes nocturnos: Melissa Bermúdez, Ángel Álvarez, Marvin Pérez y María Rosado. 

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Original del publicado en Diálogo. 

Miles de puertorriqueños marchan en contra de la Junta de Control Fiscal

Sobre cincuenta organizaciones sindicales, educativas, artísticas, religiosas y políticas, marcharon por las calles del Viejo San Juan para -entre otros reclamos- exigir que los servicios públicos estén por encima de los bonistas. 

El 1 de mayo es el Día Internacional de los Trabajadores. Es un día, que a lo largo de la historia, se ha utilizado para realizar protestas laborales y sociales a favor de la clase trabajadora. Hoy, Puerto Rico ha hecho lo mismo. En esta ocasión, miles de boricuas marcharon en contra de la Junta de Control Fiscal (JCF) que se prevé sea impuesta en la Isla por el Congreso de los Estados Unidos. 

A eso de las 2:00 de la tarde, más de treinta organizaciones y miles de puertorriqueños, se conglomeraron en las escalinatas del lado norte del Capitolio para dar comienzo a la marcha en contra de la JCF. 

Los manifestantes recorrieron las calles del Viejo San Juan, pasaron frente a La Fortaleza y llegaron hasta la Plaza de la Barandilla, en la cual la Mesa de Diálogo Sindical -que agrupa más de 30 organizaciones- leyó una proclama que exigía que los servicios del pueblo deben estar sobre los intereses de los bonistas. 

En todo el trayecto se escucharon consignas como: “El pueblo está cansa’o”, “Primero de mayo día de los trabajadores, vamos a marchar en contra de esos abusadores”, “El Gobierno quiere bronca, bronca, bronca, bronca es” y “Lucha sí, entrega no”. 

Cabe señalar, que el Proyecto H.R. 4900 pretende imponerle a Puerto Rico un organismo federal que estará a cargo de controlar el futuro fiscal y económico de la Isla de manera unilateral, autoritaria y costeado con fondos públicos. Los miembros de este ente, serán nombrados por el Congreso de los Estados Unidos. 

Así también, la JCF buscará facilitar el pago regular de la deuda del Gobierno de Puerto Rico a los bonistas y no tiene entre sus prioridades resolver la crisis fiscal-económica por la que atraviesa el País. 

Para José Caraballo, la deuda tiene que negociarse, pues no se puede dejar sin servicios básicos al pueblo por estar pagándole a los bonistas. “Los bonistas son personas que le sobra dinero, son gente que no necesita dinero para comer, los que van a necesitar para comer y para sus necesidades esenciales son los trabajadores”, aseguró el vecino de la ciudad capitalina. 

Por su parte, Annette González, presidenta de Servidores Públicos Unidos (SPU), hizo un fuerte llamado desde la tarima: “Puerto Rico necesita crecimiento económico, no una Junta de Control Fiscal”. 

Estudiantes en pie de lucha

Como parte de los mecanismos diseñados en el borrador de la JCF, se pretende la disminución del salario mínimo para los menores de 25 años de $7.25 a $4.25 la hora. En relación a esto, Mikael Rosa Rosa, estudiante de la UPR y miembro de la Juventud Hostosiana, le aseguró a Diálogo que esta disminución es un atentado contra el desarrollo del País. 

“Si con $7.25 la realidad del caso es que no nos da. Aveces se piensa que la vida estudiantil es simple porque uno quizá no tiene compromisos de familia o deuda, pero eso es una falacia… Bajar el salario mínimo a $4.25 yo creo que es atentar contra la juventud, es atentar contra el desarrollo del País”, afirmó Rosa. 

Para este joven estudiante, hay que tomar una decisión entre dos sectores, “los grandes intereses o entre la gente de carne y hueso que son los que corren el País todos los días”. Para él, la Junta viene a defender los grandes intereses como lo han hecho los partidos políticos de la Isla hasta entonces. “Serán como un dream team”, manifestó.    

De igual forma, Loderay Bracero, estudiante de la UPR, hizo un llamado -desde la tarima- a la organización. “La UPR con la Junta se va a desmantelar”, sentenció la joven. 

Al Gobierno lo fiscaliza el pueblo

En la marcha participó también la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, quien le manifestó a Diálogo que no hay necesidad de que llegue a la Isla la JCF. 

“La Junta lo que denota es que el Congreso de los Estados Unidos y el presidente de los Estados Unidos, le han dado la espalda al pueblo de Puerto Rico. Deja en evidencia el colonialismo en el que vive Puerto Rico. Es importante que la gente vea la junta como es: que deja el colonialismo en carne viva”, remató la alcaldesa de la ciudad capital. 

Además, Yulín Cruz resaltó que, “el imponernos una Junta indigna para el País, lo que deja de manifiesto es la importancia inminente de que hay que reestructurar la deuda, reestructurar la relación política y reestructurar el contrato social entre el Gobierno y los ciudadanos”. 

De igual modo, Rafael Bernabe, aspirante a la gobernación por el Partido del Pueblo Trabajador (PPT), le declaró a este medio que, “la Junta va a venir con una agenda de austeridad. La política que establece esa ley es que en Puerto Rico hay que hacer una serie de ajustes presupuestarios -entiéndase recortes, despidos, encarecimiento de servicios- y si después de todo eso es necesario reestructurar la deuda pues entonces se pasa a eso”. 

Sin embargo, existe un nutrido grupo de puertorriqueños que apoyan la implementación unilateral de la JCF para que este ente fiscalice al Gobierno del País. 

En relación a este tema, Yulín Cruz apuntó que “el Gobierno lo fiscalizan los ciudadanos y no tiene que usurpar ningún otro ente el derecho que tiene los ciudadanos de manejar las situaciones que podemos manejar”  

Por su parte, Bernabe fue aún más enfático. “Yo simpatizo con la idea de fiscalizar el Gobierno, la pregunta que yo haría es: la Junta fiscaliza el Gobierno y ¿quién fiscaliza a la Junta?” 

“La Junta es un organismo que nosotros no elegimos y que nosotros no podemos revocar, esa no es una manera de fiscalización democrática. Yo creo en la fiscalización, los que tenemos que fiscalizar al Gobierno, los que tenemos que sacar a esos partidos que nos han gobernado tan mal somos nosotros, no pretender que venga una Junta de otro sitio a hacer lo que nosotros tenemos que hacer”, insistió el líder del PPT. 

En la marcha también participó el expreso político, Rafael Cancel Miranda y la misma fue dedicada a las comunidades del G-8 y al Caño Martín Peña. 

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Original del publicado en Diálogo.