Las mujeres: víctimas de los medios de comunicación (Monografía)

sábado, septiembre 13, 2014
I. Introducción
             En esta monografía estaré exponiendo el tema de la mujer en los medios de comunicación masiva, especialmente en la televisión de los Estados Unidos de América y por consiguiente en Puerto Rico ya que nos guste o no, somos parte de ese Estado. Tomé este tema ya que me he percatado que los medio de comunicación promueven el machismo y la misoginia, esto es lo que le estaré probando a través de este trabajo. Es muy importante para los puertorriqueños que tomen en cuenta este tema si es que queremos vivir en un Puerto Rico de verdadera democracia e igualdad como lo dicta nuestra Constitución: “Que el sistema democrático es fundamental para la vida … entendemos por sistema democrático aquel donde la voluntad del pueblo es la fuente del poder público, donde el orden político está subordinado a los derechos del hombre y donde se asegura la libre participación del ciudadano en las decisiones colectivas” (Preámbulo). Debemos darnos cuenta que los medios de comunicación (no solo de nuestra Isla) tienen sexo: masculino. Debemos entender que muchos trastornos psicológicos que poseen las puertorriqueñas y los puertorriqueños son productos de nuestros medios de comunicación. Entonces, si queremos saber qué pasa en nuestra sociedad hoy día, debemos entender lo que está pasando en los medios de comunicación.
            Para exponer este tema utilicé tres documentales: Miss Escaparates, ¿Y tú, cuánto cuestas? y El cuerpo de las mujeres, además de varios artículos extraídos del Internet con la base ProQuest y otras monografías y entradas de portales web que hablan de la mujer y los medios de comunicación que se citaran a base del formato MLA. Se dividió el tema en subtemas que ayuden al mejor entendimiento de este, como: la explicación de lo que son los medios de comunicación, cómo estos afectan a la mujer, qué causa la publicidad, la mujer y la política, entre otros temas lo cuales incluyen estadísticas y citas para sustentar lo que deseo plantear.
            La televisión ha sido la niñera de muchos de nosotros y lo sigue siendo para los más pequeños. La televisión es capaz de configurar opinión, aptitudes e incluso sentimientos. Tenemos que saber discernir en que los programas de televisión se pueden soportar y tolerar siempre que tengamos presente que en su mayoría son un circo bien montado. Los circos, al igual que los programas actuales de la televisión, buscan entretener a un público, que seríamos nosotros los televidentes. Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) dicta que circo es: “Edificio o recinto cubierto por una carpa, con gradería para los espectadores, que tiene en medio una o varias pistas donde actúan malabaristas, payasos, equilibristas, animales amaestrados, etc.”. El edificio será el escenario donde se graba el programa, que posee una o más pistas, las que normalmente vemos que se centra la acción del programa, con gradas para los espectadores, que pueden ser presenciales como los programas de Don Francisco, Caso Cerrado, TV Ilegal, que tienen público presente o nosotros en la comodidad de nuestro hogar que estamos sentados alrededor del televisor (como si este fuera la pista). En el circo se utilizan máscaras o maquillaje extravagante para llamar la atención del público, esto sería las libras de maquillaje y la presentación de caras perfectas que llevan los conductores, animadores y presentadores que hacen que nosotros “los mortales” admiremos esos rostros y le prestemos atención. Además de presentar payasos (personajes de los programas televisivos como La Cuatro [en Don Francisco] o Plinia [en Día a Día]), malabaristas (traen personas a manejar ciertos temas con los cuales parece que conocen a cabalidad) y animales amaestrados (¿no se les parece a las modelos que utilizan que al parecer solo sirven para hacer todo lo que el moderador les diga que hagan?). Los programas de televisión de hoy son un circo traído a nuestros días, traído a la comodidad de nuestro hogar para que lo podamos ver cuando queramos.
            Los medios (me referiré así para los medios de comunicación) son una base fuerte en nuestras vidas, pero están tan adentrados a nosotros mismo que no nos damos cuenta de la gran influencia que estos ejercen en notros. La televisión nos manipula, nos crea necesidades, nos enajena de nuestra realidad, la fuerza de las imágenes permite que el mensaje se conecte directamente con nuestro inconsciente y que logre modificar la percepción de la realidad, nos venden realidades que no existen y nos trasmiten lo que ellos quieren que nosotros percibamos. Por tal: “Quien controla los medios, controla la cultura” (Allen Ginsberg) [1].  

II. Desarrollo
A. Medios de Comunicación: la televisión
            Comenzaremos por definir los términos que estaremos utilizando a través de la monografía. Los medios de comunicación son el instrumento o la forma para realizar un proceso de comunicación, por lo general se utiliza para hacer referencia a los medio de comunicación masivos, pero existen otros medios de comunicación que no son masivos como el celular (en la monografía lo utilizaremos como medio de comunicación masivo). Los medios de comunicación son instrumentos que están constantemente evolucionando, la primera forma de comunicarse entre humanos era a través de señales, luego signos, hasta la evolución de la Internet de hoy. ¿Qué es televisión? Según el DRAE es: “Transmisión de imágenes a distancia mediante ondas hercianas”. La televisión es un sistema que sirve para trasmitir y recibir imágenes en movimiento y sonido a distancia, se transmite a través de ondas de radio, redes de televisión por cable, televisión por satélite o IPTV, cuyo receptor es el televisor. La televisión es el “medio de comunicación de masas por excelencia” (García, Leticia 2), por tal, escogí este de entre todos los medios de comunicación. Por último, la publicidad según el DRAE es: “Divulgación de noticias o anuncios de carácter comercial para atraer a posibles compradores, espectadores, usuarios, etc”. La publicidad trata de persuadir, a través de tiempo o espacio comprado en cualquier medio de comunicación, a los miembros de un mercado. Sabiendo esto veremos cómo estos tres conceptos se han unido para crear la maquina “lava cerebros” más eficiente del mundo.
            ¿Sabía usted que un adolecente norteamericano ve en promedio 31 horas semanales de televisión, escucha 17 horas de música, emplea 3 horas en ver películas, 4 horas en leer revistas y 10 horas en la Internet? Un joven está 10.45 horas al día conectado a los medios de comunicación masivos, comparado con las 7 horas promedios que pasa en la escuela, ¿quién está educando verdaderamente a nuestros jóvenes?
Al día son 1,000 millones de personas las que usan el Internet[2], al igual que muchos otros medios por lo que debemos tener presente que estos son el mensaje y también son el mensajero. Hay algo en ellos que está afectando a los televidentes, en especial a las mujeres, que las hace sentir inferiores, que hace que callen, que se depriman y sientan vergüenza de ellas mismas.

B. ¿Cómo afecta la televisión a las mujeres?
            La televisión crea estereotipos de cómo debe ser la mujer y el hombre y estos han sido repetidos desde la invención de la publicidad. Según el Diccionario de la Real Academia Española, un estereotipo es: “Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable”. Los estereotipos son un “conjunto de ideas que un grupo o una sociedad obtiene a partir de las normas o los patrones culturales previamente establecidos” (Mateos, Ruth et al. 10). Estos estereotipos que trasmite la televisión hace que quienes no son iguales a estos o no logran alcanzarlos se sienten inconformes con ellos mismos.
            Según el documental Miss Escaparate el 53 % de las chicas de 13 años o menos no les gusta su cuerpo, ya a los 17 años aumenta a un 78 % de las jóvenes. El 65 % de las mujeres tiene trastornos de alimentación, el 17 % de las jóvenes se cortan o se mutilan el cuerpo y la depresión en mujeres se ha duplicado entre el 2000 y el 2010. ¿Tendrá algo que ver el pan de cada día, los medios de comunicación, con todo esto? Claro que tiene que ver.
            Las mujeres se juzgan a sí mismas por lo que, según la televisión, deben ser. Al igual los hombres juzgan a la mujer por lo que ven en los medios. Lo que no sabe la mujer es que los medios de comunicación presentan todo desde una perspectiva masculina porque son ellos los que la controlan, así que la imagen de la mujer que se presenta es lo que los hombres se imaginan de ella, no se presenta lo que en realidad son. Ofrecen una imagen distorsionada, convencionalista, conservadora, que solo reflejan los valores, propósitos y estereotipos dominantes y que ayuda a los prejuicios sexistas respecto al papel que las mujeres deben desempeñar en nuestra sociedad. La EFE News Service en su artículo Mujeres están discriminadas en noticias y medios, asegura experta en Cuba: Cuba-Comunicación nos define los medios como los que: “contribuyen a divulgar imágenes estereotipadas y no equilibradas de las mujeres y de los hombres que fortalecen las desigualdades y la discriminación en una sociedad notoriamente patriarcal” (EFE News Service, Mujeres).
            La televisión junto a la publicidad quiere que las mujeres sean algo que no son. Les crean necesidades ficticias para vender sus productos, ¿quién ha dicho que la mujer gruesa no es hermosa?, la publicidad/la televisión. Ellos necesitan vender sus productos de “pastillas milagrosas para rebajar”, sus cosméticos que alisan el cabellos y sus maquillajes que hacen que te veas “de 20 años menos”. La televisión hace, con las imágenes, que creas todo lo que ves, va trasformando tu idea de ver la realidad a su gusto. La jurista costarricense, Alda Facio, fue citada en un artículo de La Mañana de Córdoba: “Es importante para comenzar que en los medios de comunicación deben tratar con más dignidad a la mujer, que no hayan esas publicidades tan sexistas y mercantilistas del cuerpo de las mujeres. Las modas atentan contra la dignidad … La moda es una forma de controlar a las mujeres” (Romito, M.). Con toda razón, los medios televisivos junto a la publicidad crean dependencias y van atentando con la dignidad no solo de las mujeres sino con las de todos. Henry Kissinger, político y ganador del Premio Nobel de la Paz dijo: “No se trata de lo que es verdad si no de lo que se percibe como verdad”[3].

C. Lo que causa la publicidad
            En los EEUU, en el 2009, se gastaron unos $235.6 billones en publicidad, ¿sabían que el 80 % de los países tiene un presupuesto anual bruto inferior a esto? Esta publicidad va dirigida mayormente a la mujer, por el absoluto creado de que la mujer es consumista por excelencia. Lo invertido en publicidad cumple su función ya que una mujer estadounidense gasta aproximadamente entre 12,000 a 15,000 dólares anuales en productos de belleza, salones estéticos y ropa a la moda.
            Las cirugías estéticas en menores de 19 años se triplicaron entre 1997 y 2007. Un “facelift” cuesta aproximadamente $11,429, con esa cantidad de dinero se podrían pagar 5 años en un “community college”, 2 años en una universidad del estado o 1 año en la Universidad de California[4], en la Universidad de Puerto Rico, con una matrícula todos los semestres de 15 créditos, se podrían pagar aproximadamente 7 años.
            Tanto en Puerto Rico como en los EEUU tener un televisor en su hogar es algo indispensable, pensando que es un aparato inofensivo, este se vuelve el integrante más influyente. La televisión se rige y obtiene ganancias de la publicidad, mediante la cual se generan necesidades innecesarias. Los niños son los más afectados con la televisión por su mentalidad frágil y esponjosa que absorbe todo lo que ve y escucha. Un niño en los primeros años de su vida no sabe distinguir entre los programas y los comerciales, en los primeros dos años de su vida comienza a reconocer las marcas publicitarias y a tener cierto grado de lealtad hacia ellas, a los 18 años el joven habrá visto 200,000 actos violentos en la televisión u otros aparatos electrónicos, a los 65 años habrás visto más de 2 millones de anuncios y habrá estado 9 años pegado a un televisor u aparato equivalente. Esto significa que tu celebro es lavado lentamente y manipulado por las empresas que rigen el mercado publicitario, el sistema nos controla, controla nuestra actitud, fabrica nuestros temores, nutre nuestras inseguridades y deforma la visión que se pueda tener hacia la vida.[5]
Película-documental por Olallo Rubio
            La publicidad tiene gran impacto en nuestras vidas, según James Stovall en Writing for the Mass Media: “One estimate has the individual consumer confronted with 1,600 advertising messages every day” (289). ¿Cómo es posible que podamos vivir recibiendo 1,600 anuncios diariamente? Llegará un momento en que perderemos la noción de cuál es la realidad y qué es publicidad. Este bombardeo excesivo, causa que las mujeres, al no lograr el objetivo de ser como modelos de “Victoria Secret”, se depriman, callen, se avergüencen de sí mismas y piensen que su voz no sirve para nada. La Sociedad Americana de Psicologías (APA por sus siglas en inglés) ha mencionado que la mujer comienza a verse ella misma como un objeto que tiene que lucir, comienza a deshumanizarse.

D. La mujer y la política
            Las mujeres callan y les hacen creer que no tienen poder. Esto lo vemos en muchos aspectos de la vida pero se percibe más en la política. En Estados Unidos el 51 % de la población son mujeres, pero son solo el 17 % en el Congreso. En Puerto Rico pasa lo mismo, aquí las mujeres son el 52 % de la población según el Censo del 2010, ¿cómo es posible que entre cámara y senado las mujeres solo tengan, al igual que los EEUU, el 17 % de la representación? En las elecciones del 2010 fueron las únicas en el que las mujeres no han conseguido un puesto en el Congreso desde 1979, a este ritmo pasarán 500 años para poder lograr una igualdad en la rama legislativa. En los EEUU solo han existido 34 mujeres gobernadoras frente a los 2,319 hombres en el mismo cargo. ¿Sabían que 67 países del mundo han tenido una mujer presidenta o primera ministra? Estados Unidos de América no es uno de estos países. La gran “potencia mundial” ocupa el puesto número 90 en el mundo por la participación de mujeres en la legislatura. Nos asombraría saber que países como Cuba, China, Iraq y Afganistán, de los cuales nos han dicho que la mujer es menospreciada y se le priva de sus derechos, tengan más representación femenina en el gobierno.
¿Dónde está la supuesta igualdad que se profetiza en nuestro país o dónde está la supuesta liberación de la mujer? No ha ocurrido aún, a la mujer se le sigue callando, se le ha otorgado una “libertad” que no vemos. No podemos seguir creando leyes y gobernando al país a base de un solo pensamiento, el de varón. ¿Dٖónde está la democracia si en el gobierno no participan las mayorías? La televisión nos promueve que el liderato es para los hombres, que la mujer acata órdenes. Podemos ver esto desde los programas infantiles, donde siempre el líder de la “pandilla” es un hombre, en los anuncios donde siempre la mujer aparece atendiendo el hogar y es el hombre el que sale a trabajar (que es símbolo de poder) y hasta en las películas de Hollywood. La actriz Julie Carmen es citada en un artículo de La Opinión: “En el cine y la televisión lo más importante son los dólares. El sexo y la violencia tienen carácter multinacional. No necesitan subtítulos” (Vidal, J.)

E. Hollywood y la mujer
            Tocaremos este tema de Hollywood porque son estas películas las que se trasmiten en la televisión boricua y las que tienen más popularidad y auge en la Isla. Hollywood lo que hace es repetir los mismo estereotipos una y otra vez. Estas compañías se dejan llevar por una fórmula para hacer más efectivo el consumo, la misma afirma que las mujeres quieren ver historias de hombres pero que los hombres no quieren ver historias de mujeres. Si esto fuera cierto tendríamos que atender esta situación porque no es equitativo que a la mitad de la población no le importe la vida, problemas o situaciones de la otra parte. 

El Cuerpo de las mujeres, documental italiano (subtitulado)
Por esta razón es que vemos muy pocas veces a las mujeres en papeles protagónicos (solo el 16 % de las películas tienen como protagonista a una mujer) y cuando lo hacen es porque quieren conseguir el amor de un hombre. No vemos películas donde la mujer es la buscadora de su destino, de poder, de ser la capitana. La mujer protagonista siempre está detrás de un hombre, del amor, de casarse o de tener hijos. Entre el 1937 y el 2005 solo hubo 13 protagonistas femeninas en películas de animación, todas con ganas de encontrar el amor. Cuando la protagonista es una jefa siempre las vemos como víboras, amargadas, que han sacrificado todo por estar ahí y que no poseen ningún lazo sentimental, para colmo es un hombre el que viene a ponerlas en su lugar, a quitarles el poder.
Simplemente se utiliza a la mujer en las películas como un objeto sexual que atraiga las miradas de los hombres que las desean y de las mujeres que tratarán de imitarlas. Los medios televisivos, en especial las películas de Hollywood, hacen creer a los chicos que hay que ser poderosos, ambiciosos, líderes, tener el control, pero lo más que trasmiten es la prioridad de satisfacer la necesidad sexual con las mujeres, lo que provoca hombres maltratadores, despiadados y violadores. Esto porque los demás chicos se burlan de los que no demuestran el lado “masculino” (el más macho, el fuerte, el que no llora), los critican, les miran con desprecio como si fueran menos hombres, y esto pasa también al nivel de los adultos. Los hombres no ven a las mujeres como un ser que va ascendiendo sino como un ser que les quiere quitar el poder.
Las películas para todo público no se salvan de trasmitir dichos estereotipos y absolutos. Transmiten la hipersexualización presentando a las protagonistas con trajes muy provocativos o actitudes provocadoras ¿no han visto a Tinkerbell, Jasmin o Ariel? Esto sin contar el ideal que transmiten las princesas, ¿cuándo ha existido una princesa gorda? Desde pequeños se les inculca a los niños que la superficialidad y el físico es lo más importante. “La hipersexualización de Hollywood es tóxica”[6] (Jane Fonda), comenzamos a crear mujeres objetos y hombres que solo buscan saciar sus deseos. Las princesas y príncipes se van comiendo la libertad de nuestros niños silenciosamente.

F. La televisión
            Los programas de televisión no se quedan atrás. Los “reality shows” presentan a las mujeres como unas perversas, malvadas, peleonas, caza fortunas, en las cuales no se puede confiar y menos si eres otra mujer. Presentan esta idea de que las mujeres son enemigas por naturaleza y que tienen que competir por demostrar cuál es la más bella, la que tiene más poder y la que logrará quedarse con el “príncipe azul”. Las chicas se lo creen y luego lo reproducen en la vida real. 
            Hoy vemos que hasta las noticias presentan una imagen provocativa de la mujer, incitan a las reporteras a ponerse escotes y faltas cortas para poder llamar la atención. En programas como Despierta América utilizan el cuerpo de la mujer para vender, han ido despidiendo a las reporteras que tenían y van incluyendo a modelos con cuerpos creados para ver si así las personas se animan a ver los noticieros. No obstante lo que hacen es dañar la imagen de las reporteras, las cuales irán perdiendo credibilidad mientras más se suban la falda.
            Las noticias en los medios también cumplen un factor importante. Los periodistas no siguen las luchas feministas con tanto auge como lo hacen con otras noticias. “Por lo general, el temario periodístico se centra en reiterar escenarios, repetir personajes, ignorar ciertos temas, y postergar sectores sociales y que suelen coincidir con la imagen que se tenga de la sociedad a la que los propios medios ayuda, potenciando roles y valores dominantes” (Fraga, C. 3). La mujer no será noticias si no consigue llegar a altos puestos jerárquicos en los medios y pueda tener voz y voto en lo que será publicable y lo que no. Como exponen en el documento Mujeres y medios de comunicación: “En el ámbito de la igualdad laboral persisten los prejuicios y el rechazo de los varones a trabajar bajo la dirección de una mujer. Son pocas todavía las áreas del campo profesional del periodismo y la comunicación cuyas direcciones estén a cargo de mujeres” (Beltrán, R).
No es que no hallan mujeres periodistas o aspirantes a los cargos, según Discriminan a las mujeres en los medios, UNESCO: “En más de 83 países … las mujeres representan al menos la mitad del alumnado de las escuelas de periodismo y de comunicación, pero de 239 organizaciones examinadas, únicamente ocho tienen al frente a una mujer, es decir, apenas el tres por ciento en América” (González, C.). En otra parte de la misma la autora afirma: “Hay barreras invisibles y disuasorias que penalizan a las mujeres en un entorno de trabajo adaptado a las exigencias y prioridades masculinas, en muchos casos esta discriminación aparece a la hora de la contratación por el solo hecho de ser mujer”. ¿Dónde está la supuesta igualdad entre hombres y mujeres? Pero este tema se abordará con detalles más adelante.
Las noticias tratan de presentar a la mujer como una villana, la cruel o despiadada. Mientras que los varones son la voz campante, los que poseen las mejores ideas y los que son cultos. Según el estudio Women, Men, and Media que presentó el periódico La Opinión aseguraba que: “a las mujeres se las presentó en situaciones negativas el 30% de las veces. A los hombres, el 11%. Pero incluso cuando las mujeres protagonizaron noticias de carácter "positivo" lo hicieron en un 49% de ocasiones como figuras del mundo del espectáculo, mientras que los hombres aparecieron en la categoría "positiva" como expertos, líderes, autoridades y forjadores de opinión” (Vidal, J.). Claro, porque la mujer es “la culpable de todo”, la que causa las violaciones, la que rompe matrimonios, la que trajo el pecado al mundo o la que asesina a sus hijos, mientras que los hombre por más despiadados que sean se les santifica por sus dotes y acciones.
En el documental El Cuerpo de las mujeres explicaban que: “La televisión aunque habla de la realidad y trate de representar la realidad, puede disimularla. La televisión roba, afea, mina el paisaje de la consciencia de todos, nos quita las raíces y los fundamentos” (Zanardo,L. et al.). Debido a su alto contenido sexista y degradante hacia la mujer, la televisión va cambiando la idea que poseemos de las mujeres porque no podemos distinguir en la ficción representada en esta y la realidad en la que vivimos. Debemos comprender que todo lo que se hace en la televisión es para ganar audiencias, subir el “rating” y así poder ganar dinero con la publicidad. La verdadera misión de los programas no es una pedagógica es lucrativa, de hacer lo que fuese por obtener “rating”. Por tal, a las mujeres: “Muchas veces las vemos tratadas no como personas con una dignidad inviolable, sino objetos destinados a satisfacer la sed de placer y del poder de los otros” (Santos, F).
"El rostros nos representa"
            Pier Paolo Pasolini tenía ya entendido que la televisión destruiría la poética, potencialmente expresada, por el rostro humano[7]. Pasolini no estaba más cerca de la verdad, hoy vemos como las mujer y hombre que aparecen en la televisión son sometidas a una fuerte presión para mantener unos rostros “impecables”, libres de arrugas y con simetrías perfectas. La televisión busca que la mujer, mayormente, esconda las arrugas, que esconda el sufrimiento que ha pasado, porque lo que tratan es enajenarnos de la realidad, llevarnos a un lugar donde el sufrimiento no existe o se resuelve fácilmente. Pero, si nuestro rostro es la imagen de nuestra autenticidad, de nuestra alma, ¿por qué la televisión trata de esconderlo con libras de maquillas y operaciones estéticas? Lo hacen porque la cara representa vulnerabilidad, por tal si eres una mujer y se te nota que no eres fuerte, que puedes ser herida, los hombres no te tomarán en consideración, es un mecanismo para demostrar que se tiene poder. Claro está, esto sin contar la idea de presentar mujeres que sean dignas de “admiración” pero una que solo sea física y no por la inteligencia que poseen.
            En muchas ocasiones degradamos el trabajo de las damas de compañías, pero no nos percatamos que patrocinamos a las modelos de televisión que hacen básicamente lo mismo que las primeras. Las modelos acompañan al animador en la cita que tiene con sus televidentes para presentar su programa (si la modelo es la animadora, nos acompaña a nosotros los televidentes). Estas hacen todo lo que le mande el conductor con el fin de entretener a este y a nosotros los espectadores (tenemos modelos que se dan unos baños de agua, otra que bailan y aquellas que simplemente usan su cuerpo para divertir). Entonces, ¿aceptamos a las modelos de televisión y no podemos hacerlo con las damas de compañías? La televisión usa todos los recursos que han sido efectivos en el mundo real y los lleva a la pantalla, así han hecho con esto. Las modelos son las nuevas damas de compañías que nos entretienen durante el programa, porque eso es lo que busca el televidente, entretenimiento.
            De esto último quienes han tenido la culpa son los mismos programas televisivos y los noticieros, porque cada vez se dedica menos tiempo al buen periodismo, al serio, al rebuscado, pero más tiempo a las noticias de farándulas, espectáculos y sensacionalistas, porque es más barato para ellos. Entonces, las noticias comienzan a reclasificarse, a tener nuevas prioridades y no por su sentido de enseñanza o significación política, económica, social o culturas, más bien por lo novedoso, lo escandaloso o lo insólito. Mario Vargas Llora podrías aportar muy bien a este tema con su libro La civilización del espectáculo, donde plantea: “una prensa también es light, ligera, amena, superficial y entretenida que, en los casos extremos, si no tiene a la mano informaciones de esta índole sobre las que dar cuenta, ella misma las fabrica” (54 – 55). Hasta ese punto ha llegado la televisión y el periodismo no solo en los EEUU, también en Puerto Rico, donde vemos que los programas trasmitidos a la hora de mayor audiencia son unos vacíos, que carecen de verdadera información y lo que se dedican es a “noticias” vanas como Dando Candela y Lo Sé Todo.
            Para finalizar, “Los medios no solo actúan como notarios de la realidad, sino que la construyen y la interpretan” (Fraga, C. 5). No podemos caer en la mentira que nos han hecho creer los medios, en especial el televisivo, cuando nos dice que ellos nos dan lo que queremos ver. ¡Mentira!, nos dan lo que ellos nos quieren proponer, lo que las compañías auspiciadoras quieren darle publicidad o lo que quieren que nosotros creamos, todo fruto del capitalismo arraigado de nuestra sociedad.

G. Mujeres en el poder y la televisión
            Existen mujeres en puestos de poder como Hillary Clinton y Sonia Sotomayor en los Estados Unidos o Jennifer González y Carmen Yulín en Puerto Rico. ¿Pero, qué hace la televisión con estas mujeres ejemplares? Sencillo, hacen que las mujeres no se sienta identificada con ellas, hace que nos les llegue el mensaje de que no tienen que usar su cuerpo para tener poder. Estas mujeres han llegado a sus puestos por sus propios méritos, nada de escotes llamativos o actos provocadores. La televisión las cubre pero se centra más en su “look” y en sus aspectos físicos que en la obra que tratan de promover. Por presentar un ejemplo, en Puerto Rico hemos sido testigos de las grandes burlas que se le han hecho a Jeniffer González por ser una mujer gruesa, las que ha recibido Carmen Yulín al ser llamada lesbiana por los medios y no podemos dejar el “¡mírala que linda!” frase que se hizo tan popular para referirse de una manera sarcástica a la primera gobernadora de nuestra Isla. Siempre que una mujer está tratando de alcanzar una posición de poder y está en una entrevista, se centran en hacerle preguntas relacionadas a cómo cuidará de su familia, a saber su “status” sentimental, si es soltera le preguntan cuándo se piensa casar, entre otras preguntas que se desvinculan con su vida profesional y los actos que ha alcanzado, tratando de trasmitir el ideal de que la mujer es del hogar.  
            A los medios les cuesta presentar la imagen de una mujer en el poder. En las primeras cuatro semanas de John Boehner como presidente de la Cámara de Representantes en el Congreso de los Estados Unidos ya había aparecido en cinco portadas de revistas nacionales como: TIME, National Journal, The New Yorker y otras. ¿Saben en cuántas portadas apareció su predecesora en el puesto, Nancy Pelosi, en los cuatro años que estuvo en el servicio? En ninguna[8]. Pero ella no es el único caso, las mujeres no acostumbran a estar en portadas según este artículo de La Opinión: “Sólo el 25% de la información en las primeras páginas de los diarios estadounidenses se refiere a mujeres o a sus opiniones. El porcentaje de imágenes femeninas en primera página ha sido del 39%, comparado con el 73% de gráficas de hombres publicado en el mismo lugar, durante el mes de febrero” (Vidal, J.).
            Situaciones muy parecidas le sucedieron a Hillary Clinton, donde recordamos que fueron los medios quienes sabotearon las elecciones al burlase completamente de la candidata a la presidencia en el 2008, aunque se presentó con una imagen fuerte y sutil al mismo tiempo que provocó que la tildaran de bruja en los grandes medio. Por otro lado, tenemos a Sarah Palin que presentó una imagen de hiperfeminidad y ¿qué hicieron los medios?, la pornografiaron y sexualizaron con un sin número de comentarios sexistas que daban asco, que eran repugnantes para cualquier mujer[9]. Entonces, ¿qué buscan los medios en las mujeres?, ¿cómo quieren que se presenten? Pues, los medios no quiere que se presenten de ninguna forma, ellos siguen trasmitiendo lo que han aprendido, que la mujer no puede estar en el poder, que la mujer es para dedicarse a las tareas del hogar y para ser sumisa ante su marido. “¡Cuántas veces vemos su papel de mujer y de madre ridiculizado e infravalorado! … su labor profesional aparece como una caricatura del hombre, con el rechazo de las cualidades específicas de la intuición femenina: la comprensión, la compasión y su contribución esencial en la civilización del amor” (Santos, F.).
            No es cierto de que el mundo está cambiando para bien dice la actriz Geena Davis[10], tampoco es cierto que las mujeres tienen las mimas oportunidades que los hombres, falta mucho por cambiar, se necesita un cambio verdadero. Gavin Newsom vicegobernador de California se expresaba en así: “Cuando no te tratan igual, te están deshumanizando. Cuando no te dan las mismas oportunidades … Cuando la gente te mira de otra forma porque eres mujer y … estas en una posición de cierta influencia que normalmente estaría ocupando un hombre por razones de tradición o historia, la gente duda de tu cualificación, te están deshumanizando”[11]. Con todo este bombardeo atroz que hacen los medios a las mujeres que tratan de llegar al poder las niñas que lo ven se sientes amenazadas y no se atreverán a alcanzar uno de estos cargos.
  
H. Los medios en manos de hombres
            Nos podemos estar preguntando, ¿por qué si existió un “boom” femenino, si la mujer ha sido tan “liberada”, cómo es posible de que los medios sigan trasmitiendo ideales machistas? La razón es porque los medios siempre han estado en manos de hombre. En otro artículo de la EFE News Service, Hombres Ocupan 73% De Cargos Directivos En Medios De Comunicación Globales, citaban al periodista de origen argentino y ex directiva del diario Miami Herald cuando afirmaba que: “No existe equidad en representación en las juntas directivas, ni equidad de sueldos a igual trabajo e igual experiencia, o igualdad de acceso o representación en puestos directivos o masa crítica de mujeres periodistas en una redacción” (EFE News Service, Hombres).
            Simplemente el 5.8 % de toda la televisión tiene propietarias mujeres. El 6 % de todas las estaciones de radio le pertenece a mujeres. “En otro estudio publicado … por el IFJ [The Internacional Federation of Journalism], se observa que aunque un tercio de los periodistas eran mujeres en general, no llegaba al 3% las que ocupaban puestos de poder y de toma de decisiones” (Mateos, R. et al. 19). Esto significa que el 97 % de las cosas que saben las  mujeres de sí mismas, de su país, de los problemas que aquejan al mundo, están basados desde una perspectiva masculina. Esto mismo sucede con las películas, el 16 % de los guionistas, directores, productores, cinematógrafos y editores son mujeres. El 7 % son directoras y el 10 % son escritoras, el restante 83 % de ese 16 % se distribuye en las demás categorías mencionadas. Son muy pocas las mujeres que trasmiten sus ideales al mundo y las que lo hacen están muy influenciadas por el entorno machista que las rodea. Un dato más contundente afirma que: “por cada mil mujeres empleadas en los medios de comunicación, solo una ocupa un puesto de dirección, mientras que esta proporción es de uno por cada 140 en el caso de los hombres” (González, C.). Veamos esta gráfica obtenida de La presencia de estereotipos en los medio de comunicación: análisis de la prensa digital española por Ruth Mateos, la cual estaba basado en un estudio de Peter, B en The Varied Pace of Women’s Progress que me ayuda a sustentar lo que planteábamos.


Las compañías de televisión tienen un monopolio con el que controlan un concepto, sus ideales, pero no la verdad. La compañía NBC tiene a su cargo canales como Telemundo, Universal y Bravo. Disney posee a Pixar, ESPN, Marvel y ABC. Así también Warner tiene a su disposición canales como TBS, AOL y CW. Son grandes empresas que controlan el mercado televisivo y que en sus juntas y consejos no poseen un por ciento de mujeres para mantener la equidad en las ideas y ser justos a la hora de trasmitir un concepto en su programación. “el número de mujeres que ocupan puestos de responsabilidad no pasa del 12 por ciento en las cadenas de televisión” (González, C.)

Compañía
CEO
Consejo
NBC
Hombre
4 de 17 son mujeres
MTV
Hombre
2 de 11 son mujeres
Time Warner
Hombre
2 de 13 son mujeres
CBS
Los  Moonves
2 de 14 son mujeres
Fox
Hombre
1 de 16 son mujeres
Disney
Hombre
4 de 13 son mujeres [12]

Los medios pueden ser un instrumento de cambio hay que empezarlos a utilizar correctamente, si queremos una sociedad con más igualdad para todos, hay que comenzar por quienes la controlan, los medios de comunicación. Muchas veces los políticos y las mujeres piden que entendamos al sexo femenino, pero todo lo que nos enseñas es desde una mirada masculina. Michael Ersner, ex presidente de The Walt Disney Co. expresó: “Nosotros no tenemos ninguna obligación de hacer historia. No tenemos ninguna obligación de hacer arte. No tenemos ninguna obligación de hacer declaraciones de principios. Hacer dinero es nuestro único objetivo”[13]. ¿Dónde quedamos nosotros como seres humanos? Esas compañías solo nos utilizan sin importarles las consecuencias de la programación tan machista que promueven, solo les importa el dinero, sus intereses y nada más.
  
I. La niñez y los medios televisivos
            Como indicamos anteriormente, la televisión es el pan nuestro de cada día y la primera escuela de nuestros niños. En el tema Lo que causa la publicidad mostramos estas cifras: que los niños no reconocen entre los programas y los comerciales, que a los dos años comienzan a reconocer las marcas publicitarias, que a los 18 años han visto 200,000 actos violentos y que a los 65 años has visto más de 2 millones de anuncios lo que equivale a 9 años pegado a un televisor. Lo que significa que todo lo que somos está fuertemente basado en lo que vemos en la televisión. Este aparato desde muy pequeños nos va lavando nuestra mente con imágenes que irán controlando nuestras actitudes, miedos, inseguridades e irá adiestrándonos como futuros consumidores obsesivos.
            Los encargados de nuestro país han estado como ausentes ante todo este tema de la televisión y la niñez, por más advertencias que le han hecho los expertos. Desde 1972 Surgeon General reportó que existe relación entre la violencia que se ve en la televisión y lo comportamientos agresivos. En 1976 la American Medical Association clasificó la violencia televisiva como peligro ambiental. En 1985 la American Psychological Association (APA) demostró la relación entre violencia televisiva y violencia real. En 1992 APA pidió una política federal para proteger a la sociedad de la violencia. En el 2007 la FCC recomienda al Congreso que regule la violencia en la televisión, en el mismo año el Congreso celebró una reunión para atender la sexualización del cuerpo femenino en los video musicales. En el 2009 estudios comprueban que la exposición a video juegos y video musicales con contenido sexual explícito está vinculado con las violaciones y acosos sexuales. ¿Saben que ha hecho el gobierno? No ha hecho nada, ninguna política pública para protegernos a nosotros, pero en especial a los niños quienes son los que reciben fuertemente este bombardeo y no son capaces de discernir.

Micahel Eisner, expresidente de The Walt Disney Co.

            Los niños están expuestos a todo este contenido sin filtro alguno. Las estadísticas[14]exponen que 1 de cada 4 niñas experimentan violencia en citas de adolescentes (“dates”), que 1 de cada 4 mujeres sufren abusos de sus compañeros sentimentales a lo largo de su vida, 1 de 6 mujeres ha sufrido una violación o intento de esta, el 15 % de las mujeres violadas tienen menos de 12 años de edad. ¿A dónde queremos llegar? Quienes sufren todo esto son los niños quienes se desarrollaran con una mentalidad dañada, llena de violencia y sexualidad, pero más sufren las mujeres quienes a pesar de soportar el trato desigual de los medios para con ellas, tienen que aguantar a los hombres violadores y abusadores que fueron creados por los medios.
  
III. Conclusión
            Los medios televisivos tratan a la mujer como un objeto sexual que les sirve para hacer dinero. Vemos como el cuerpo de la mujer es sexualizado en los video de reggaetón, rap, hip-hop, en las campañas de cervezas, de verano, en fin vemos como utilizan el cuerpo de la mujer. Lo utilizan como si fueran cosas que les produce dinero, como si fueran objetos… y esto se lo creen tanto las mujeres como los hombres que lo ven. La feminista hindú, Kamla Bhasin expresó[15]: “Nuestra dignidad ha sido despedazada por medios que hacen uso de nuestros cuerpos, que los distorsionan; que nos transforman en objetos, en bienes de consumo vendibles”.
            No es cierto que estamos en una sociedad donde poseemos medios democráticos, pudimos ver que la mujer no posee voz y voto suficiente en los medios de comunicación masivos, que todo lo que vemos es desde una perspectiva masculina que reproducen los valores sexitas, machistas y misóginos que se han venido trasmitiendo generación tras generación. Estamos viviendo, al igual que Puerto Rico, en una colonización, pero en este caso televisivamente. Lo lamentable es que nadie se cuestiona lo que se transmite en la televisión, pues a todos les parece “normal”.
            Si queremos un mejor futuro debemos comenzar por la equidad en todos los campos, comenzando por la televisión. La televisión va adiestrando a los pequeños de nuestra sociedad y si no la comenzamos a corregir seguiremos provocando que las siguientes generaciones sigan siendo machistas y sigan tratando de manera desigual a las mujeres. Hay que atacar la raíz, no podemos seguir permitiendo que nos laven el cerebro por el simple hecho de querer hacernos más pobres vendiéndonos realidades que no existen y manteniendo estereotipos que no son nada saludables, más bien tratan de hacer que vivamos bajo una máscara, presentándonos como lo que no somos. Hay que romper con la superficialidad, hay que comenzar a hacerle creer a las personas que valemos por lo que somos, no por lo que deseamos aparentar, por  la cara perfecta que presumimos o porque tenemos un cuerpo de “revista”.
¿Cómo pedirles a los niños y jóvenes que hagan lo que no ven y dejen de hacer lo que ven tan "normal" en la televisión?  Por sí mismo no pueden, es contradictorio para sus mentes. Hay que crear leyes que restrinjan todo esto, al menos a los menores de edad, si es que queremos un mundo más equitativo y un bienestar para todos. Leyes que restrinjan la violencia y el uso del cuerpo provocativamente de la mujer en horarios donde los menores puedes percibir estos mensajes.
            La televisión transmite misoginia y la hipermasculinidad. Causando que los hombres que no sacan su parte “masculina” sean maltratados, criticados y se les mire con desprecio como si fuera menos hombre.  Esto causa hombres machistas, violentos y violadores a los cuales la sociedad no comprende porque no entiende a los medios de comunicación, son así porque esos fueron los valores que le trasmitió su niñera, la televisión.
            Necesitamos que las mujeres sean aceptadas como son, que se valoren y que se acepte la diversidad.
Para que los valores y referentes masculinos y femeninos no sean un factor limitador a la hora de configurar la identidad personal, es imprescindible que muchos de los comportamientos, funciones y roles que desempeñan las mujeres sean reconocidos como valiosas formas de ser y de estar en el mundo, como formas de interpretar con libertad la diferencia sexual y no como algo que sirve para justificar las desigualdades entre mujeres y hombres (Instituto de la mujer).
Tenemos que romper con estos estereotipos trasmitidos por la televisión de cuerpos delgados, caras perfectas, bembas anchas, pelo alisado, abdomen tonificado, piel clara, cuerpo provocativo, que la mujer es de la casa, de consumo obsesivo y que los hombres son los que poseen el poder. Las más lastimadas que salen de todo esto son las mujeres, que son más del 50 % de la población, ¿cómo es democrático que los medios quieran fastidiar a la mitad de la población? Si de verdad vivimos en una democracia, como se hace llamar nuestro gobierno, hay que darle participación a la mujer, hay que darles su espacio para que manifiesten sus problemas, su pensar, que nos dejen saber cómo son y así poder entenderlas y ellas mismas también lo puedan hacer. La presencia real de la mujer no puede seguir prohibida en los medios de comunicación televisivos.


Bibliografía:
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EFE News Service. “Hombres Ocupan 73% De Cargos Directivos En Medios De Comunicación Globales.” Mar 22 2011. ProQuest. Web. 12 Dic. 2013.

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Fraga, Cristina. “Las mujeres y los medios de comunicación. Una relación controvertida”.          Comunicación e Cidadanía (2006).

García Reina, Leticia. “Juventud y medios de comunicación. La televisión y los jóvenes:            Aproximación estructural a la programación y los mensajes”. ÁMBITOS. Nº 11-12 - 1er y 2º Semestres (2004) : 115-129.

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Mateos, Ruth y Ricardo Gimeno Nogués, Luis López Fernández, Miryam Martínez Martínez, Mª Aránzazu Mielgo Álvarez, David Quintana Montero, Paloma Saá Teja, Manuela Saco Vázquez. La presencia de estereotipos en los medios de comunicación: análisis de la prensa digital española. Madrid: Dirección General de la Mujer de la Consejería de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid, 2007. Web.

Peters, Bettina. “The Varied Pace of Women´s Progress”. Nieman Reports. Vol. 55. Núm. 4      (2001): 97-100.

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Zanardo, Lorella y Marco Malfi Chindemi. “El cuerpo de las mujeres”. Youtube.com. Web. 26 Nov. 2013. < http://www.youtube.com/watch?v=1teAJZE1ark>




[1] Frase extraída del documental ¿Y tú, cuánto cuestas? de Olallo Rubio
[2] Datos obtenidos del documental Miss Escaparate
[3] Frase obtenida del documental El cuerpo de las mujeres
[4] Los datos mencionados hasta este momento del tema C han sido obtenidos del documental Miss Escaparate.
[5] Este párrafo está basado en el documental, ¿Y tú, cuánto cuestas?
[6] Cita sacada del documental Miss Escaparate
[7] Basado en el documental El cuerpo de las mujeres
[8] Ejemplo obtenido del documental Miss Escaparate
[9] Ejemplo tomado del documental Miss Escaparate
[10] En el documental Miss Escaparate
[11] Cita obtenida del documental Miss Escaparate
[12] Datos obtenidos en este tema fueron del documental Miss Escaparates
[13] Frase recuperada del documental Miss Escaparate
[14] Según el documental Miss Escaparate
[15] Extraído de http://mujercomunicacion.wordpress.com/about/

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XXII. Casado con la vida y amante de la comida. Boricua. Viajero. Periodista en formación.

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