Según expertos, la falta de electricidad, la pérdida de empleos y los intereses capitalistas agravarán más la actividad económica del País. (Archivo)
La economía de Puerto Rico no mejorará pronto. Incluso, los intereses capitalistas que merodean los jugosos contratos gubernamentales para intentar levantar a Puerto Rico podrían reducir aún más la ya menoscabada economía del país.
Los huracanes Irma y María han agravado el tétrico panorama que ya perfilaba en junio una contracción de 2.1% en el Índice de Actividad Económica (IAE) en comparación a la misma fecha en el 2016. La misma depresión en la que se encuentra sumida hace más de una década.
A 40 días de la catástrofe, la baja actividad económica es innegable. La migración de boricuas es cada vez mayor. Por ejemplo, más de 27 mil personas han llegado al estado de Florida, según un informe del gobernador Rick Scott. Esto repercute en menos consumidores para la economía local y, por ende, menos recaudos y contribuyentes para el gobierno de Puerto Rico.
La preocupación es evidente.
¨Yo he estimado, conservadoramente, que en el primer mes luego de María se han perdido $3,000 millones. Ha sido una recuperación económica muy lenta, plagada de negligencias y mediocridad. Dolorosa para la gente pobre¨, dijo el economista José Caraballo Cueto.
Asimismo, adelantó que de no allegarse suficientes fondos para estabilizar a Puerto Rico el Ingreso Nacional Bruto podría reducirse en más de un 16%, siendo esta cifra la estimación más radical de la Junta de Control Fiscal (JCF) sobre el impacto que tendría el plan fiscal.
“Hay estimados de la propia JCF que proyectan una reducción del 16% como el posible peor escenario que pueda conducir las medidas de austeridad severas recomendadas. Si no se allegan suficientes fondos para estabilizar y reconstruir a Puerto Rico, la economía estará en un nivel más delicado aún, haciendo el estimado del 16% uno más probable”, detalló.
Según el profesor universitario, esta caída económica solo se ha observado en países en guerra civil, como Siria, o en aquellos que sufren el embate del ébola.
Para Caraballo Cueto, es indispensable que se restablezca el servicio de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) para que así la economía pueda circular.
¨El llamado es a dejar las relaciones publicas a un lado y concentrarse en traer a más de 10 mil celadores para levantar la infraestructura de energía eléctrica. La economía no aguanta un mes más sin luz. Son miles de millones de pérdidas diarias¨, sentenció el experto.
De no restablecerse pronto la energía, Caraballo Cueto teme que redunde en “la estocada final a los pequeños y medianos negocios que ya estaban lánguidos”.
MERODEAN LOS GRANDES INTERESES CAPITALISTAS
Sin embargo, en un intento de la AEE de reestablecerle el servicio a los 1.5 millones de abonados, la corporación contrató por $300 millones a la empresa Whitefish Energy. Este trámite ha levantado suspicacia puesto que la compañía solo cuenta con dos empleados permanentes y nunca ha tenido a su cargo una encomienda de tal envergadura, entre otras acusaciones.
Esta situación le alarma al economista Argeo Quiñones, quien aseguró que con la maltrecha economía del País los grandes intereses capitalistas no deben tener injerencia en el gobierno. De no tomar precauciones, podrían desencadenar una “política genocida”.
¨Es interesante que, en medio de este cuadro de desesperación –casi catalítico–, ya se estén perfilando los grandes intereses de lo que va a representar el botín de la reconstrucción de Puerto Rico. Esto va a significar cientos y hasta miles de millones en pérdidas en estudios que bien puede ser Krueger o Donahue o Jaresko o Whitefish¨, criticó.
Además, resaltó que toda acción o inacción que realice el gobierno va a inferir directamente en la economía local.
¨Este huracán azotó a un país débil, sumido en la crisis, en políticas de austeridad y con un gobierno que no tiene interés de responder porque la emergencia está jugando para los grandes planes de reestructuración: el achicamiento del sistema público y la migración a gran escala”, señaló el catedrático del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
De acuerdo con Quiñones, “estamos en un país fallido” con un “plan de desarrollo capitalista basado en el desastre” y que tras el huracán solo se han “exacerbado los problemas existentes, como la desigualdad social”.
SEGUIREMOS ESTANCADOS
Un informe publicado por Caraballo Cueto en RedEconolatin —expertos económicos de universidades Lationamericanas— la tendencia por los pasados 53 meses en Puerto Rico ha sido una reducción en la actividad económica.
Aún sin el paso de los fenómenos atmosféricos el gobierno local tenía serios problemas fiscales y de liquidez. Proyecciones previas apuntaban a que el aparato gubernamental se quedaría sin fondos para noviembre.
Aunque el Congreso de Estados Unidos aprobó la semana pasada una cartera de préstamos ascendente a $4,700 millones para rescatar las finanzas públicas, lo cierto es que no corresponderá a una mejoría económica. Tampoco lo será el efecto expansivo de los miles de empleos temporeros que se han creado para la revitalización del País.
¨Vamos a ver un efecto neto que no va a ser suficiente para que la economía de Puerto Rico refleje un aumento. El crecimiento va a ser negativo en un nivel menor. Las carencias van a manifestarse y las oportunidades de empleo van a disminuir¨, enfatizó el economista Alfredo González.
Porciento de la proporción empleo total a población económicamente activa desde julio de 2007 a julio de 2017. Información recopilada por el economista José Caraballo Cueto. (Captura de pantalla)
Destacó, además, que la isla ha perdido parte de su mano de obra y capital material, así como la infraestructura necesaria para producir. Según el economista, esto repercutirá en una mayor contracción económica y empeorará la huída de más trabajadores.
“El proceso de atender la crisis y las carencias de la gente es el segundo desastre, peor que el huracán. Ahí se pierden vidas por no darle las necesidades a la gente, por no atender correctamente a los negocios”, aseveró González.
Mientras, todos los entrevistados coincidieron en un mismo cuestionamiento: ¿cuánto capital humano se sacrificará para salir de la crisis económica?
“Esto es un sistema que está en el colapso y para levantarnos no podemos seguir las mismas políticas que nos llevaron a eso”, sentenció Quiñones.
Entonces, ¿qué medidas puede tomar el gobierno para intentar acelerar la economía?
Para González, lo esencial es “revisar y corregir los defectos de comunicación y planificación. Y hasta que eso no sea adecuado se prolongara la crisis y los sufrimientos”.
Caraballo Cueto ve las posibles mejoras, en primer lugar, desde el Congreso con la eliminación de las leyes de cabotaje, en la exención de visado estadounidense para flexibilizar el turismo, en la paridad de fondos del Medicare y Medicaid, en una moratoria de cinco a diez años en el pago de la deuda.
En segundo lugar, el experto recomendó que a nivel local el gobierno debe crear un programa que promueva la exportación; estipular que las empresas manufactureras y aeroespaciales compren un por ciento de sus materiales a los negocios locales; y reducir los impuestos a la propiedad mueble.
Sin embargo, Quiñones fue un poco más allá y aseguró que “la economía de Puerto Rico necesita una reconstrucción cabal. Una visión mas social de la economía y un clima de más oportunidades de empleo para que no se nos vayan los nuestro”.
“El proceso de atender la crisis y las carencias de la gente es el segundo desastre, peor que el huracán. Ahí se pierden vidas por no darle las necesidades a la gente, por no atender correctamente a los negocios”, aseveró González.
Mientras, todos los entrevistados coincidieron en un mismo cuestionamiento: ¿cuánto capital humano se sacrificará para salir de la crisis económica?
“Esto es un sistema que está en el colapso y para levantarnos no podemos seguir las mismas políticas que nos llevaron a eso”, sentenció Quiñones.
HAY QUE REFORMAR LA ECONOMÍA
Entonces, ¿qué medidas puede tomar el gobierno para intentar acelerar la economía?
Para González, lo esencial es “revisar y corregir los defectos de comunicación y planificación. Y hasta que eso no sea adecuado se prolongara la crisis y los sufrimientos”.
Caraballo Cueto ve las posibles mejoras, en primer lugar, desde el Congreso con la eliminación de las leyes de cabotaje, en la exención de visado estadounidense para flexibilizar el turismo, en la paridad de fondos del Medicare y Medicaid, en una moratoria de cinco a diez años en el pago de la deuda.
En segundo lugar, el experto recomendó que a nivel local el gobierno debe crear un programa que promueva la exportación; estipular que las empresas manufactureras y aeroespaciales compren un por ciento de sus materiales a los negocios locales; y reducir los impuestos a la propiedad mueble.
Sin embargo, Quiñones fue un poco más allá y aseguró que “la economía de Puerto Rico necesita una reconstrucción cabal. Una visión mas social de la economía y un clima de más oportunidades de empleo para que no se nos vayan los nuestro”.
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Original del publicado en Diálogo.